Una historia del Metro.

Silencio de aire.
Como si no existieran los espejos.

Allí,
quieto.
Como un títere o maniquí resuelto.
Como víctima de una secuencia de Matrix,
sin patadas al aire, ni balas que esquivar.

Absorto en tiempo de nadie.
Espectador de todo.
( La vida era gigante)

Viendo a aquella pareja besarse los ojos.
Como si sólo existiesen ellos.

La realidad se deformó,
(de eso estoy seguro).

Del cuadro sobraban los diarios,
también la música de los ipods,
y el libro olvidado en el tercer vagón,
de aquel tren  lleno de actores secundarios.

IX

A Keyla.

Hoy me sobran los versos.
Sólo quiero hablar, como si estuvieses  frente a mi, ocupando todos los espacios.
Sobra un sol (por decir algo), y la luna viene mas menuda desde que no te veo.
Será cosa de locos, pero en sueños me libero.
Sólo allí la vida es mas leve, y la muerte no acecha las esquinas.


(Te AMO.
Y me apetece decirlo ahora.)


Y sé que después de que abra los ojos, gritaré a todos los techos que me contienen, y ciego de manos, saldré a la mañana pronunciando tu nombre.
Asociando a cada canción un momento de los nuestros.
Sólo así podré quitarme este peso de cielos que llevo cargando.



Que por mas que el tiempo nos toque, o la distancia nos lastre.
Somos gigantes mi vida, somos gigantes.


Del destino, desconozco los resortes.
De la vida sólo me tengo a mi.
Y de los soles tus ojos, que de lo demás no me acuerdo.


Sólo sé de este momento,
el de pensarte.

Stories from Wood.

El cielo se dispersaba,
entre aliento y rutina.
Las estrellas esquivaban,
las miradas perdidas.


Era la primera señal.
Luego vino la siguiente.


En el suelo un  templo de manos,
palpando todos los caminos.
¿Dónde nos llevará el fracaso?.


Las montañas se ofrecían,
a ser tumba o bandera.
Se clavaban los espolones del presente,
en  las jóvenes quimeras.


Y en el medio de todo y nada,
allí estaba.
La dama de las caderas,
bailando en círculos de fuego.


Mirando al norte,
sin duda,
sin miedo.


Hablando el idioma,
el antiguo,
de dioses y muerte.
De vida,
por encima de todas las pupilas.

Life.

Entre copas,
volaba,
cantando.

En medio de un cielo abierto y azul,
sin nada que esconder.

Las ramas eran peldaños,
para mí, que observaba.

La vida era,
simplemente,
sin nada mas que añadir.

(My) Book.

En mi combate diario,
llevo mis pieles,
al abrigo de la vida que sueño,
y canto entre palabras.


Por eso mi libro es mi compañero,
y sufre y sangra conmigo,
aguantando los envites del viento,
de la lluvia o de los dioses.


No lo guardo entre forros,
lo llevo en la mano.

Por eso cuando lo guardo vencido,
en el limbo de los nombres,
entre papeles y huellas,
se ocultan dos memorias.

Enlaces.

De la magia: tu nombre.
Ese que (me)  late ,
y se dispara,
en todas las direcciones.


De las palabras inmortales:
una,
la que define este puente de siglos.


De ti:
tú.
Mas nada.


Y del milagro,
la mirada.

Porque es el alma de los ojos,
quien nos junta,
o afianza.

Sword of Soul.

Era el fin.
(O eso parecía.)
Al entornar los ojos al cielo.
Y ver ese par de soles vencidos.
Como apagados por una mano gigante.


Lo bueno de las espadas, es que rinden tributo a  la muerte,
desde el primer momento que fueron creadas.


Y la mía devolvía los agónicos llantos,
de un mundo a la deriva.

De la aldea,
sólo sangre y cuerpos.
De la muerte,
el futuro arrancado.

Y yo,
último de una estirpe de recuerdos, 
frente  a esa boca inmunda,
de aquel ser que todo lo robaba.

( Tan desnudo de mi me dejó,
que hasta el miedo me arrancó de cuajo con un grito)

Solo.

Mi brazo derecho latía.
Como infundiendo Fe a un trozo de acero.

Con la espada en alto y el alma libre.
Corrí a cuerpo abierto.
Hacia todas las sombras.

Para desde dentro.
Abrir espacios.
A la vida.

(You are) the master of your fate.

De las manos,
sólo la herida.

O eso parece.
Después de tirar de la cuerda,
todos estos años.

De cómo sobrevive el cielo,
la respuesta está en los cambios.
Pero los incendios no hablan,
aunque pretendan volar todos los aires.

(De nosotros.)

El destino es una rutina de Dioses.
Un reloj genocida,
un coche automático.

Y tú,
sin carnet de profano.

Pero hoy,
( sólo hoy, no ayer, ni mañana)
has decidido reventar(te).

De tus trozos ni rastro.

Pero hay un triángulo de ojos,
buscándote a ti,
numero primo de los diccionarios.

La Metamorfosis.

Fue perdiendo el cuerpo del alma.
Sacrificando cada pétalo.
Como si sobrara.

Hay quien nace suicida.
(O al menos lo intenta)

Rotas ya las esquinas.
El dibujo se desparramo en cada hueco.
Absorbiendo paredes y alas.


Del silencio, sólo quedaba una foto.
También el esqueleto de la almohada.
Y en la mesita de noche esa novela.

Que era su mejor amante, (por inacabada).

Del sol que supuestamente llegaría.
Nada se supo.
Tampoco se consumó la metamorfosis.

Presa de aquella fragua fría,
sintiéndose mujer,
en un cuerpo de hombre encerrada.

All we are.

"Sin manzanas.
Ni restos de mundo."

Sin arca de pieles.
Ni insignes cordeles.
Sin luces por dentro.

Sólo la misma respuesta.

Y nosotros,
enfermos cautivos,
de tantas batallas.
(Imaginarias).

Somos alambre y espino.
Desierto y camino.
Cruz y carne.

Jueces sin parte.
Veneno en la sangre,
de la tierra despierta.

Excremento y condena.
Molinos de cuerdas.
Dados catódicos.

Fieles a nosotros. 

(Solidarios de chapa y pintura.
De lástima forzada.
En prime time o Red Social.)

VIII.

Un racimo de ojos
me ofreces,
cambiando mi paisaje establecido.

De cielo esta empañado mi horizonte
y sé que después de tus razones,
ya ningún camino será en vano.

Tu cuerpo estará atento
a cada viento que (me) aproxime a tus fronteras,
a cada labio que me parta si es preciso.

Porque vengo
dispuesto a boxear con las montañas,
consciente de que moriré en el pretexto.

Y limpio ya de cuerpo y palabra,
hacerte el amor con el alma
que te guardo.

March of Time.

El avión se olvidó de si.
"Nada importante decían las azafatas."
Y los pasajeros reían las vueltas.

Los paisajes se sucedían.
Desde todos los árboles.
A través de los cuentos.

El idioma era de sobra conocido.
( Para torres de Babel ya (nos) tenemos a nosotros)

Yo era ese gigante que observaba.
Agazapado detrás de la puerta.
Mientras un niño jugaba con el espacio.

It's time to say goodbye.

"En el suelo
sin vida,
su sístole de oficio,
su armadura de caras......"


La noche venía
o se anunciaba,
pintando de sobremesa gótica
la espalda del cielo


Grupos de ruiseñores homicidas,
afilaban pico y garras

Ella quieta
como esperando,
acostumbrada a la vida entreacto

"Yo quiero ser Julieta", murmuraba
sin saber que el veneno,  es veneno
y no hay marcha atrás

Por eso tras la primera copa, vino la siguiente
con la mirada fija en la pista de baile

Pero no hallaba Romeo
que le arrancase de si

Así que se fue a dormir
la suerte de las princesas oblicuas,
matándose por venganza o desidia,
víctima del apuesto amanecer.

Gran Circo Mundial.

En el infame mundo de las sonrisas,
llora el pájaro
y no porque le falten alas.

La realidad es otra,
se siente atrapado por la vida en cuadro
de esta carpa cubierta.


Sobrevive agazapado
entre islas de equilibristas,
mientras abajo,
mastican  redes
un grupo de payasos caníbales.


Mejor llorar,
que ser alimento.


Y saltan los peones
aros en llamas,
mientras el domador
habla de realidades desenfocadas.

( No se dan cuenta de que el fuego ya no quema )

"Yo sólo soy un pájaro
pero quiero voz y palabra,
de nada sirve mi canto
si nadie es capaz de escuchar,
ni escuchar(se)."


Sólo se mueren despacio, 
saltando.

VII

Describe tu cuello un destello
como aglutinando la belleza
que resbaló de tus ojos

Y la luz del sol
(y dicho sea de paso, todas las luces)
quedan en un segundo plano,
después de tus manos

Esas que te sostienen de ti,
no vaya ser que el viento te lleve
o el tiempo te calce

Yo me quedo contigo,
desde esta

y a lo largo de todas tus imágenes.

A la mujer.

"Hay una bandera que me envuelve.
Que es mi patria resumida."

De sus manos,
mis alas.
De su mirada,
el futuro.
Del deseo,
su cuerpo.
De la magia,
su vida.


Te cedo mis almas,
mis venas despiertas,
mi jardín,
mi utopía.


Mis desiertos de fechas,
para que juegues a tiempo completo,
con todas mis vidas.

A ti ,
que te bebo la boca,
desde el inicio.

Inception.

Hoy voy a reescribirte
como si fueras mi primera mano

Pero primero debo caer(me)
de esta luna que no se decide
por ninguna de mis pupilas

Una vez tenga enfocado un ombligo,
extenderé mi tallo que es el  tuyo
y al abrigo de versos
que no recuerdo,
comenzarte

Primero vendrá el silencio,
lo sé,
lo siento,
de él brotan todas las bocas

Reuniré caricias
que ofrecerle
para que sin mas
respire un nombre
que vestirte


Y en ese instante
nacerás a mis labios
como río de mi sangre
derramándose.

La furia de Dorian.

Hoy,
sin mañana, ni pasos,
que mis huellas son mías
y si no te importa, me las llevo.

Que no te debo nada, ni nadie,
soy dueño de mis voces.
Por eso,
todas me las quedo.

Y sin mas rutinas me despido
de tus puertas.
Que te falta mucho
para encerrarme.

Que por mucho que presumas
de hundirme los soles
cada tarde,
no te debo ni un verso.

(Aunque los besos que te di, fueron ciertos)

A ti,
mi reverso.
Quédate los espejos,
que yo me voy con mi boca.

Ensayando puentes.

¿Dónde?
dímelo,
para despedirme.

Que allá donde habites,
posaré mis ojos inundados.

Llevo buscándote desde ayer,
en cada vida.
Y sé que existes,
por encima.

Atrás quedaron los charcos que olvidaste,
para poder seguir nadando,
a cada lado,
de la muerte,
y en todos los cielos de mis días.

Puppets

Eran sumas.
De muertos o antojos.
De cientos de pares de emblemas.
Aplastados.


Eran humo de palabras.
Almas rotas, sin crepúsculo que objetar.
Sin campanas.


Eran silencio, después del silencio.
Bolsillos de agujeros.
Sienes en cuellos inútiles.


Eran otra cosa.
Después de la última explosión.
Cuando ya no hay pies por delante.
Ni estrellas que sacudirse del pecho.


Eran nada y todo.
Parias de las aldeas del cielo.
La resulta del ocaso masivo.
Del sistema quebrado por dentro.


Mientras el dinero,
sigue volando,
entre manos,
(las mismas de siempre).

Sense and Sensibility.

Me arranqué los ojos
eso sí
mientras lo hacía
sonaba de fondo "Fields of Gold"


De lo que vino después
hago resumen
( no sin trabajo,
porque acostumbrado a pensar con los ojos
todo es un poco más complicado)


Rápido pude comprobar
cómo el dolor ya no me asistía
cuando miraba de frente al amanecer
siguiendo entre música de alas
cada gota de rocío


Así que desprovisto de ese hándicap,
me puse a escribirte un poema
que rindiera culto a tu cuerpo


Sin pupilas que enfocarte
solo mis manos tuyas
y el recuerdo de cada éxtasis


Fue entonces cuando perdí la memoria
y  ahora ya no sé
si tan sólo me imaginé
desde tus contornos.

La Eternidad nos recuerda.

Todos los martes
los peces boquean,
y no por falta de sangre
o de soles

Ya que ni por encargo
viene la muerte
a lavar las branquias de deudas

Por eso sigue el río fluyendo
sin pararse a recordar,
de diques sus sienes

Las mismas que laten sentencias,
a quien libre de tierra y augurio
se deja llevar por el curso


Y de cursos
sacaba yo exposiciones
de tus piernas,
de esa carne tan tuya
que exhalabas


Cuando sólo quedabas tú
en cada corriente
de mis ojos.