domingo, 28 de septiembre de 2014

9:42

Dice un brujo que viene a visitarme en los sueños, que esquive las fotos
"no son buenas para el diafragma" insiste 
cada vez que me lo cruzo en la plaza de las siete fuentes

Roza mi frente con tres dedos, apenas una caricia y desaparece 
justo en el momento en que la calle es un hervidero
de posibles colores

Me arriesgo entonces a caminar descalzo por el suelo empedrado, 
desoyendo el eco de mi voz anterior.


jueves, 25 de septiembre de 2014

19:00

Casi todos los días coincido con el mismo tipo a la vuelta del trabajo a casa.
La rutina entrelaza las historias. Supongo que él pensará de mí que llevo la música demasiado alta y que cada día leo un cómic diferente. Que a veces me duermo en el trayecto ( habrá visto mi boca abierta, mis hombros vencidos, el libro colgando entre mis manos, como un presente anacrónico del resto de mi cuerpo)
O quizás nunca se haya fijado en mí.
Yo en cambio le observo con un esbozo de envidia, porque sé que a la salida, después de subir los 42 escalones que nos separan de la ciudad, a él le esperan una niña preciosa y una mujer que lo besa en los labios. 
Ambas sentadas en un escalón del parque, dibujando la misma sonrisa.

martes, 23 de septiembre de 2014

12:11

Hablamos del amor
como si fuese
una ciencia, un país, el idioma

Sacamos conclusiones
dibujamos coordenadas

Compartimos significados
que pretenden sustituir
la perfecta grieta exacta

Como si ordenando cada huella
se desvelase el mapa del tesoro
repleto de simples dianas

Pero llega el día
en que un ejército bárbaro
toma el centro neurálgico
de esa piel
que puede ser la tuya
y
te revienta el presente
derribando de un plumazo
todas las fronteras.

sábado, 20 de septiembre de 2014

9:34

Llueve sobre gris. Las líneas perfectamente trazadas delimitan estadios de soledad, pequeñas parcelas de ciudad, vagos recuerdos, sueños como pompas de jabón que desdibujan el cielo. Camino descalzo por el parking, un coche, dos, el tiempo se detiene.
El silencio me acoge, como si yo fuese un objeto inanimado más, ese ratón de esparto inmóvil ante la tímida cadencia de la vida. En la plaza 17 B hay un pelicano desahuciado que picotea el bordillo vetusto de la frontera donde mueren todas las palabras que nunca llegué a pronunciar.

Pero hoy he venido a distanciarme sin esperar nada a cambio.

Nace mi voz en la rueda simple del poema. Avanzo. Soy carne y hueso que pretende ser un hombre.
Balbuceo sin demasiado sentido.

¿Cuántas mujeres existen?

Hago cábalas, perdiendo un estómago cada día.
Esta anorexia de nombres propios ha expulsado todo el valor que alguna reuní. Caigo.

Me acerco a las mujeres de mi entorno, perdiendo el pene en el trayecto del miedo. Como ya dije en una ocasión, ya no sé si soy un hombre o un trozo de pan. Soy el hermano, el amigo, el sombrero.

Me duele tanto este cuerpo. A veces me gustaría cederlo, olvidarlo, que otro lo recoja y bese por dos, que yo ya no puedo. Estoy perdiendo las ganas de bailar, ya solo me masturbo.

Habito el espacio intangible de la hoja en blanco, desordenando cada vez más los aspectos esenciales de la vida.

Cada vez más lejos del niño que fui y que a veces asoma, para dictarme poemas como este.

martes, 9 de septiembre de 2014

13:50

A veces peso más de la cuenta
como si el cielo descansara
en el vértice del idioma que suscribo

me cuesta hablar, caminar ciudades
el vuelo

me siento en algún año
y pasan los labios
como nenúfares octogenarios

no sé de dónde viene esta quietud,
esta falta de ritmo

ensayo fuego
canto, silbo
me relevo

otro yo coge las riendas
para decirte lo mismo de siempre:

"que el poema, este
sea una esquirla diferente
y germine en tu corazón
como una bestia salvaje"

Te lo escribo cagado de miedo y derrotas,
desde esta piel sensible a las revoluciones.

viernes, 5 de septiembre de 2014

12:47

Tengo un ejército 
de hombres dormidos
en el hueco de mi voz

son

todos aquellos que nunca llegué a ser
y que quizás hubiesen dado 
otra dimensión a este cuerpo demolido 

a veces los llamo
me muerdo el labio
hasta que grito: 

hay una guerra abierta que librar
que la ciudad se derrame 
en el vano intento de apresaros.


miércoles, 3 de septiembre de 2014

9:37

El poema es tan incierto, baila y fluye
te juro que cuando me pongo a escribir
no sé lo que va a pasar

el tema, si es que existe
viene, se apodera de mí
y a lo más que alcanzo
es a intentar dirigirlo

como si se pudieran
domesticar las cometas salvajes.

lunes, 1 de septiembre de 2014

9:56

La vida es un portal entornado

ese espacio en el que
dos fuerzas luchan
a tiempo partido

desplegando ejércitos
de tempestad,
alineando factores
que penden de la incertidumbre

Aquiles y Héctor
hijos del espejo excesivo,
chocan una y otra vez
como dos minotauros
en el límite del laberinto.