poblando de rodillas el horizonte,
consiguen los charcos,
mas de lo que se proponen.
Pero de rebeldes están las gargantas llenas,
y gritan,
y sueñan,
los dedos apuntadores.
Elevando en historias,
sublevando memorias,
pujando a labio partido.
"No te lo llevas, Caronte"
Esperemos que no se lo lleve. Pujando siempre a labio partido, como joven boxeador pisando por primera vez la lona.
ResponderEliminarEl alma de los irreductibles.
ResponderEliminarMe gusta mucho esa imagen de joven boxeador.
Y por cierto, me gusta mucho tu blog, M.
Icaro es una constante en mis escritos, llevo ya muchos siglos "entendiéndome con él"