entre los árboles.
De rojo perpetuo
camina
sin atar cabos.
Es pura adrenalina,
chasqueando ramas
sin mirar a los lados.
El hombre acecha.
Todo ojos,
mente insana,
corazón estrecho.
Los arboles agitan los brazos,
como queriendo expandir la denuncia.
El cielo calla,
sólo calla
mientras tanto.
(1) Sobra epílogo.
me gusta tu forma de mirar...un saludo
ResponderEliminarufff... y triplete!! (tú me entiendes, verdad??)
ResponderEliminarUn abrazo, poeta!
Gracias, Anabel.
ResponderEliminarAbrazo
TRIPLEEEEEEEEEETE!!!!
ResponderEliminarUn abrazo enorme, Mayte :)
DESEANDO Y ESPERANDO TRIPLETE, BESOS A todos
ResponderEliminarEMI
¡Enorme! Triplete! :)))
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