Llevo un paraguas de medusa en este sueño.
Camino nenúfares
esquivando la luz que
me arrastra hacia el fondo
En los márgenes
dos grifos se disputan
el último reloj
Duele
mirarlos
La luna roza el perfil
del Fénix
que custodia el rosal,
su belleza espanta las huellas
de Dios
Soy
todo el color
que no pude reunir
La mano izquierda de Caronte
el idioma perdido de los hombres,
las alas del llanto.
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