Vuelven a salir las hojas en los robles de siempre. Aquellas marchitas de otoño dejaron la rama limpia para que brote el follaje de primavera y cuando pase el solsticio, la elegía otoñal pintará de amarillo las hojas, gusanos y hongos desharán la corteza y todo tendrá que cambiar para que encinas y tilos dibujen de nuevo el paisaje conocido.
Hoy y ayer, la floresta es la misma. Nada cambia, sólo la mirada que atisba entre las ramas un futuro que se acorta y deja atrás un pasado que poco a poco se alarga.
El tiempo no yace en el bosque, el tiempo vive en la mirada y el inexorable paso de las estaciones sólo dejará un calco de hojas.
Vuelven a salir las hojas
ResponderEliminaren los robles de siempre.
Aquellas marchitas de otoño
dejaron la rama limpia
para que brote el follaje de primavera
y cuando pase el solsticio,
la elegía otoñal pintará de amarillo las hojas,
gusanos y hongos desharán la corteza
y todo tendrá que cambiar para que encinas y tilos
dibujen de nuevo el paisaje conocido.
Hoy y ayer, la floresta es la misma.
Nada cambia, sólo la mirada
que atisba entre las ramas
un futuro que se acorta
y deja atrás un pasado
que poco a poco se alarga.
El tiempo no yace en el bosque,
el tiempo vive en la mirada
y el inexorable paso de las estaciones
sólo dejará un calco de hojas.
Salud
Francesc, y después de esto....¿Ahora que digo?
ResponderEliminar"El tiempo no yace en el bosque,
el tiempo vive en la mirada
y el inexorable paso de las estaciones
sólo dejará un calco de hojas."
Muy bueno, pero que muy bueno.
Un abrazo