hubiese hoy huelga de metro,
lo comprobé al esperar en un
andén de triple fila
Al entrar,
a duras penas logré
acomodarme de espaldas
a la puerta, en el único hueco posible
Saqué el mp3
y puse Alanis,
respiré profundo
1, 2, 3 veces
( me agobian los espacios cerrados,
la angustia se apodera de mi
con facilidad)
Saqué el libro
con una mano
y al extenderlo
te vi
Primero tu pelo rubio
recogido,
tu cuello libre,
tu piel,
eras tú
La angustia de mi pecho
se iba desinflando a medida
que mis ojos te enfocaban, respiraba
Estabas entre dos filas de
asientos,
cediendo el sitio
a cada persona que
te rodeaba,
allí, de pie
como un sueño invencible
Estabas en Madrid
aunque eso no fuese posible,
con otro nombre y
un tatuaje en el cuello,
pero las mismas manos,
los mismos labios,
la misma forma de mirar,
tú.
Lo que no dices es si era la princesa de la torre o la ejecutora sin piedad...
ResponderEliminarUn saludo.