me duele la boca que me falta, me dueles
me falta tu cuchillo en el pecho, lo prefiero
a esta niebla que me mata peor,
como una bomba mansa que avanza inexorable
a través de los espejos
Dime dónde estás y me clavo
dime dónde y me arrojo
sin miedo a caer,
sin miedo a reventarme las muñecas
si es preciso.
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