las calles siguen en su sitio, supongo
acaban de encenderse las luces del bar
faros de salida empujan mi espalda
Apuro la cerveza y te miro, sonríes
La noche está terminando en
poema
a pesar de la vergüenza inicial
al pedir la primera ronda,
después de que hace un par de semanas
improvisara un par de versos en ese hoja
que te entregué,
como se entrega el cielo
al destino incierto de su propia boca
"El poema está en mi cuarto"
me has dicho,
como si fuera un tesoro
o el cuadro de aquella noche
en palabras
Bien, vamos bien
sigo siendo un loco
pero ahora me asocio a este traje
de crápula
y ya de paso
te he escrito dos poemas más
que has guardado
en la caja registradora
40 versos
contra el papel mojado,
no sé si eres consciente
de que tu gesto
es la metáfora más hermosa
Bueno ya termino,
saltaría la barra ahora mismo
para comerte la boca,
pero debo controlarme
porque tu jefe me está mirando
como miran las manos
de plomo
de los tipos que no tienen
nada que perder
Eso sí,
prometo volver
como vuelven los gatos
cada noche a la luna.
Feliz destino cuando las noches acaban en poemas.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Y hay promesas que es mejor cumplir... Me trajiste a la memoria una canción, también sobre bares y bocas... gracias.
ResponderEliminarUn besote!
Un abrazo enorme, Francesc.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Un besote grande, Magda.
ResponderEliminarLas promesas de perfil de luna, siempre hay que cumplirlas ;-)