Una servilleta desplegada
el verso está naciendo, se deshace
la punta de boli
es el ojo del mundo
la mano derecha, la tecla del piano
La noche juega entre
el cabello
que se mueve
oscilando metáforas
Tu mano izquierda
dibuja ciudades
tu cuerpo empieza aquí
nace desde el verso
hacia mi,
camino de belleza
sentido del tacto, instante
Te veo.
Hombre, qué bien. Con este poema, además de parecerme lindo, mi mente es capaz de concretar una secuencia lógica de imágenes...
ResponderEliminarEs que soy un poco bruto ;)
Me alegra que te guste, Enrique.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Un abrazo grande.