La luna es una puerta
gritan las grietas de mis ojos
Vuelo como un signo de exclamación
hacia la línea discontinua
de un paréntesis
Veo un columpio de cristal
mecido por el viento de septiembre
caigo en el agua,
intento incorporarme
pero mis pies resbalan
en el vano intento de alcanzar
las huellas de mi padre
¿ A dónde estás?
me preguntas, como si yo existiera
Cierro las manos y amanece ombligo,
con los puños apretados hacia dentro
escribo poemas a la muerte
La vida es el sufijo de este sueño
la posibilidad de un mediodía
o esa curva indescifrable
que agita la exactitud de los espejos.
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