a cada lado se prolongan las paredes
forradas de carteles publicitarios:
compañías de telefonía, multinacionales de comida rápida,
modelos anunciando perfumes, películas
Pienso en Madrid, Tokio, París, Buenos Aires, Miami
y apenas noto diferencia,
como si estuviese atrapado en un bucle de ciudad
Amanece verano y mi mente puntea el vacío
evaluando cada porción de espejo sin respuesta
No quiero playa, ni ciencia del cielo
no quiero argumentos de fe, ni impostar una actitud
que no me sale por las venas
No quiero quemar las naves de
mis hombros, ni lanzarme al vacío
No quiero consejos, ni deudas,
ni rifar la sonrisa rapándome los talones de la cordura
No quiero ser fuerte, ni tú
ni quiero volarme los huesos en ese afán
de estirar las pupilas,
como si afinando los párpados fueras a aparecer
bella y exacta
como un silencio de mujer.
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