Anochece
y no,
el cielo es una ventana
Tu rastro sigue en mí
como el ombligo
que nunca se borra
Destrozo las sábanas
y caigo por el hueco
La ciudad es un compendio
de balas baldías
En un último acto de esperanza
camino de espalda
retando a los semáforos,
como si morir fuera posible
dentro del sueño.
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