entre
ceniza.
Hablando
sin
fondo
ni eco.
Sólo el silencio.
Esclavo
del
olvido.
Sin cadenas
visibles
pero con el
dolor tan dentro
de los ojos.
Te fuiste
sin
menciones.
Con el silencio cosido
a
las manos.
Desde entonces
las fotos
gravitan
las horas
perdidas.
Satélites
desquiciados
de la noche.
Fragmentos
de un escudo
embrionario
que ya no
alimenta.
¿Y ahora qué , Demiurgo?
¿Qué hago
con esta piel
que me sobra?
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