como si el cielo descansara
en el vértice del idioma que suscribo
me cuesta hablar, caminar ciudades
el vuelo
me siento en algún año
y pasan los labios
como nenúfares octogenarios
no sé de dónde viene esta quietud,
esta falta de ritmo
ensayo fuego
canto, silbo
me relevo
otro yo coge las riendas
para decirte lo mismo de siempre:
"que el poema, este
sea una esquirla diferente
y germine en tu corazón
como una bestia salvaje"
Te lo escribo cagado de miedo y derrotas,
desde esta piel sensible a las revoluciones.
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