La playa
se ofrecía
a ser prólogo
El sol apenas pesaba
mecido por las manos
del niño
De una pupila a otra: el horizonte.
Te regalo esta noche,
te regalo mis ojos
para que veas
la luna como
la veo yo
Te regalo la playa de Cádiz
entera,
busca tus huellas
que las olas
no se atreven
todavía.
Precioso regalo!
ResponderEliminarUn beso!!
Que bonito, Eusebio.
ResponderEliminarUn abrazo poeta!!
Poema muy bello, preludio de un agosto de belleza.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Que bonito san! Hoy me he dado un bañito en la caleta. Que honor ser de Cai.
ResponderEliminarAqui se te espera con muuchas ganas! Bajate!
Esther.