Yo
último loco
de mi discurso
te nombro
como si Dios
existiera
Apostado
en la esquina
del pecho
que te evoca
Consciente
de la imperfección
del círculo
Roto,
como las sombras
del fondo de
la caverna
Cortando
el espacio insondable
con mis palabras
Delirios que sueñan
tocarte
tocarte
una última vez,
aunque ya
no vuelvas.
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