Terrible
el amor
que nos corrompe
desorientando
la piel propia
dependiente
ya del otro
qué difícil encajarse
después de la fractura
sin perder el rumbo
de la realidad
cuánta violencia
en el contacto
qué difícil parar
el avance incontestable,
la degradación oculta
el reverso
de la huella o
punzón plateado
que nos destroza
por muchas alturas
que pongamos.
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