llueven las deudas,
ladran los periódicos.
Se descompone el presente
en tímidas
partículas de lluvia.
Duele
el informe diario
recargado
de un mensaje pésimo y gris.
Duelen los libros de autoayuda
que ofrecen alas de plástico
a Ícaros deformes.
Rebosa
el cuenco del olvido
de ideas reprimidas
a base de palos
o teletiendas.
Estamos en unas manos
que no son
las nuestras.
Esperanza.
En la piel recién nacida
que cargada de palabras
cuestiona,
grita
y enfrenta
al poder establecido.
Que el mundo se pudre en el alma
de cada político corrupto,
en la saca de un banco y
a la puerta de cada juzgado.
En la mente del poder alienado
que nos calla
y entalla,
como si fuésemos
figuritas de madera
sin entrañas.
Amigo Eusebio, a veces pienso que la revolución es sólo un cambio de personal y vistas así las cosas: de esperanza, poca; más bien ninguna.
ResponderEliminarY continuo, vistas así las cosas: la poesía, a diario, más bien siempre.
Salud
Francesc Cornado
Que razón tienes, Francesc.
ResponderEliminarLa poesía a diario, mas bien siempre.
Porque como el título de un poema de Gabriel Celaya "La poesía es un arma cargada de futuro".
Salud amigo Francesc.
Un abrazo.