El sol se sujetaba
firme,
firme,
mientras
se aproximaba
la sentencia,
una vez mas.
Volaban sus manos
tocando cada
piel
y cada verso.
En el cuadro
momentáneo
que nos
enseñaba
a vivir
el instante.
Y aprovechamos
el color para mezclarnos,
haciendo el amor
entre pausas
de una paleta a la deriva.
haciendo el amor
entre pausas
de una paleta a la deriva.
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