jueves, 23 de enero de 2014

5:12


Vengo a rendir cuentas
le digo al espejo
sin estar demasiado convencido


Pero quiero aprender a dibujar verdades
con el cuerpo, después de todo
soy este que se palpa

Han pasado las noches
me digo
se fueron entre palabras y azoteas humeantes
hubo calor y frío, poemas, sexo
promesas transparentes
contenidas en cada perfil
que después el día
se encargaba de desmenuzar

El cuchillo
siempre el mismo 
ha servido para matar y que me maten

he sido asesino en potencia
que huye agonizante
que atrapa también 
en la fina tela de un recuerdo

he hecho cosas terribles en el nombre
de Ares, cosas de las que a veces me arrepiento
podría decir por ejemplo: 
te quería y no
por eso miraba un cruce de lunares paralelo
a nuestra realidad de pieles y domingos
y me sentía vivo, tanto
que mordía cada labio que besaba

también por eso de la justicia divina de los hombres
( dejemos claro que de existir Dios, solo vive 
entre tus piernas, solo vive entre sus piernas)
me hicieron lo mismo a mí
antes o después
que más da
el orden de las batallas
no
modifica el idioma

Cuánta devastación me digo, cuántos poemas
poemas del hambre, poemas reflejo, 
poemas semilla con metralla acumulada, árboles torcidos

poemas como radiografías
de un alma que no termina de serenarse,
pero que hasta las últimas consecuencias
vuelca en cada instante 
todo el contenido
sin saber


cuándo será la próxima.

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