miércoles, 27 de octubre de 2010

El ocaso de Don Quijote.


Un hilo de sangre corre por su frente.
Peor es la herida de su mente.
La vida viene a espadazos.

No se detienen las manos.

Que apuntan.
Que señalan.
Que abusan.

De ese anciano.

El yelmo le viene grande.
Ya no hay Sancho que aguante.
Este verso de vida.
Esta locura sincera.
Esta mañana sin guía.

En el horizonte el molino.
Desafiante.
Con su recortada en la mano.
Apuntando a muerte.
Sin restos de humanidad en los brazos.

"Andamos faltos de locos."
Dice el músico de la esquina.
Mientras observa la lucha desigual, de Don Quijote.


Contra el mundo de prejuicios.
Que azota.
Que corta.
Que encasilla y mata.
Al que no es igual.



Ni tan siquiera le dieron la oportunidad.
De contar una batalla.

lunes, 25 de octubre de 2010

Sangro, luego escribo.


A veces me pregunto.
Miro al cielo, y sacude los hombros.

No sabe.
No quiere.
No tiene.

La respuesta de mi.
Que yo ansío.
Que yo busco.

Y me miro.

¿Quién soy?

Se suceden las edades de mis manos.
En un guiño de horizontes.
Vuelan los momentos.
Golpeando los cimientos de mis venas.

¿Quién dijo fronteras?
No las tenía con tres años.

No quiero inventarlas ahora.
Cuando me faltan las horas.
Cuando me sobran los Dioses.
Cuando me baña la Aurora.


Yo sólo quiero encontrarme.

En un desglose de mis piernas.
En un camino despoblado.
De la ira de los condenados.

No me interesa el conflicto.
Ni las armas de palabras.
Ni las lenguas viperinas.

Yo sólo vine a mirar a los ojos.

A presentar mis respetos.
A las musas que me visten.
A los labios que venero.

Yo solo quiero.
Querer a sangre y a verso.
Y si después de eso, me señalan.
Aquí dejo mi espada.
Que hagan metáforas con mis dedos.

domingo, 24 de octubre de 2010

Be Free.


El talento viene a cuentagotas.
Todo está inventado.
Dicen los pusilánimes.

No apuntéis con las pistolas de paredes.
Yo soy vida que se mueve.

¿Me veis?

No pretendo ser defensor de los míos.
Sólo el que destape a primavera.
Relatos que no leíste.
Canciones que dejaste volar.
Metáforas que no te tocaron.

Se está mas cómodo citando a los clásicos.

Pero yo no me arrodillo ante nadie.
Porque los versos de mis padres.
Son tratados de esperanza.
Poesía sin diques.
Cúspide de palabras.

Que yo viví.
Que yo lloré.
Que yo sentí.

Sangre de mi sangre.
Savia de la savia.
¿Por que encerrar las palabras?

Intenta mirar mas allá.
De lo que tus párpados abarquen.
No te subyugues a época.
No te mates a versos.



VIVE.

sábado, 23 de octubre de 2010

Happy Helloween.


Un coro de sapos desentona.
A medianoche.
En el horizonte de la charca.
Dos faros.

Un coche.

La noche viene enrarecida.
¿Será que llueve sal?

Una pala.
Y en el maletero una mujer amordazada.

En la radio a media asta , la voz de Iker Jiménez.
Y los muertos de las tumbas afinando los discursos.

Sangra a distancia la luna.

Los árboles desafían al destino,
apuntando al asesino.
La muerte espera en la cuneta.
Maldiciendo su trabajo.

Abre el maletero.

Las manos sanguinolentas agarran el brazo.
A punta de pistola, ordena:
"Arrodíllate, Perra".


El tiempo dibuja paredes.




Cerraba ya los ojos, apretando los dientes.
Cuando "algo" irrumpió el espacio.
Absorbiendo la noche.

Una voz decadente.
Fría.
Resumiendo en un eco sobrenatural.
Todas las cavernas de la mente.


Fue un instante.
Un delirio.
O quizás un augurio.


De que ni los muertos aceptaban el homicidio.



Epílogo:

Ante tal aparición, el asesino en cuestión emprendió la huida.
Cayendo barranco abajo de aquella noche, y de la vida.
Tres días después encontraron su cadáver.
Mientras su alma se la repartían, los cuervos de las tierras baldías.

A minuto de tu cuerpo.


El tiempo.

Siempre responsable.

De la mueca del atardecer.
Del binomio de astros.
Del desajuste de estaciones.
Entre mi suelo y tus nubes.
¿Que hacer?
Organizar una partida.
De sintagmas nominales.
De tus puntos cardinales.

Y derramar metáforas en jet lag.
Para que recorran tus lunares.
De cada pòrción de ti.
Que es tuya.
Desde mis labios.

viernes, 22 de octubre de 2010

In the Morning.


Arde el rincón de los desastres.
Capitulan las sombras.
Agarradas a las esquinas violentas.
Muere la carta abierta.
Del techo del suelo.
Y un nuevo cielo.
Abre las ganas.
Cerrando los miedos.



Sonríen las persianas.
Se baten en duelo las almohadas.
El eco de tu ombligo se propaga.
Yo te contemplo, desde mis restos de sueño.
Abres los ojos.







Comienza la mañana.

GOD IS ON THE T.V?


Afilan los cuchillos.
La sangre se presagia.


Las miradas vienen incendiadas.
El verbo descompensado.
Sin rastro de las manos.
Escondidas.


Sustantivo hipotecado.
Esqueleto de palabra sin sentido.
¿Acabamos contigo?


Déjanos un prime time de tus pupilas.
Mientras diseccionamos el cadáver del momento.
Hoy toca un artista.
Mañana un torero.



Permitenos mostrar nuestro salero.
Mientras a micrófono abierto.
Nombramos princesa, a la mas pobre del pueblo.




Suicidio de metáforas.



En la recámara se pudren los recuerdos.
De la sobremesa que un día hubo.
Cuando la palabra era palabra.





Ya sólo se escuchan los gritos.

sábado, 16 de octubre de 2010

Bullying.


Música.

En algún lugar de la vida.
Suena.
A pesar del encierro de pizarra.

No hay tizas de colores.
Ni pentágrama sin dolores.
La palabra entra a golpes.
Por la puerta de salida.

Sin noticias de Momo.

Detrás de las ventanas.
El día habla de otras cosas.
Hay libros volando a cuenta.
De los apuntes de imaginación de quien sueña.

Otras vidas.

Porque en esta.
Sólo conoce el dolor.
Y el látigo de la indiferencia.
La burla fácil.
El insulto.




¿Es tan difícil vivir libre?
El ya quiere ser adulto.


Ergo.


No llevo paraguas.
Ni cinturones.
Para los talones libres.

Aquí están.

Paris tiene la potestad.
De matar a sueño.
Pero dudo que pueda.
Dañarme si quiera.

Soy el guardián de la piedra blanca.
Piedra que cerrada en mi puño.
Alza la vida.
Vuela la tierra.

Soy parte del destino de un cruce de lunares.
Amor de siglos.
Perfume del aire.

Viento.

Primer centinela.
De lo que callan mis venas.
Junto a él.
Afino la cuerda del amanecer de mis letras.

Templo mi huella.
Y marco con ella.
¿Oleis mi sangre?

Cada gota es una derrota del tiempo.
Un argumento esgrimido.
Que se postre el destino.
He venido a morir a latido.



Que tiemblen los Dioses.

jueves, 14 de octubre de 2010

Doomed.


Minuciosamente.
Se tatúa.
Cada círculo del infierno.
En el cuerpo.

Es un ritual.
Un juego de recuerdos.
El triste comienzo de cada mañana.

Atrás queda una almohada de arena.
Una cama sin cielo.
El alma sin dueño.


La vida queda lejos.
Cuando el presente es un crepúsculo repetido.
Un racimo de puñaladas.
Una frente entregada.


A los rifles de la dictadura.
Al desfile continuo.
De la muerte consigo.

No hay paraíso conocido.
Ni futuro que albergar.
Cuando el viento sopla igual.
Un día, tras otro.

El futuro es un instante.
Un muro colindante.
Un desprecio repetido.

Una orden propagada.
Desde la caverna de los bastardos de la estirpe de Caín.
Que sólo quieren vivir.



Matando.

martes, 12 de octubre de 2010

Infinito.

Sobrevolé el fin de las edades.
Enfrenté a los cuervos del alba.
Reconstruí los cimientos del alma.

Negué al profeta.


Cambie los dictados.
Rompí los relojes.
Caminé a la siniestra de todos los Dioses.


Desmitifiqué a los Héroes.
Burlé la ira del Minotauro.
Vacié la laguna Estigia.


Jugué al ajedrez con la muerte.
La miré a los ojos.
La besé en la frente.


La gané la partida.
Y me perdonó la vida.


Que me queda.
Que me sobra.
Que me quema.


Si no es del lado.
De la llama.
Que me contiene.





Que me libera.

lunes, 11 de octubre de 2010

Banquero.

Cojea.
La tierra supura a su paso.
Como si el lado que mas apoya.
Condenase a las raíces al fin.

De la vida.

A veces lo grotesco da la razón a la literatura.
He aquí la maldad personificada.
Tantas veces dibujada.

Frente despejada.
Cuadrado mentón.
Viruela en la cara.
Y dos pintas blancas en la comisura de los labios.
Cuando habla.

En el bolsillo de la camisa el arma.
Primera.
Ejecutora homicida.
De cualquier brote de alegría.

Se siente poderoso cuando la empuña.
Y hasta un leve cosquilleo le recorre.
Cuando ante su víctima escoje.
El momento de asestar el golpe final.

No hay héroe que subyugue su frente.
Ni afrenta que dure.
Porque su espalda es coto privado.
De quien come de su mano.

El hijo, el vecino, el hermano.
Son peones del destino en sus manos.
Bajo su techo se descorcha el vino de los poderosos.
Y se niega el pan a los desfavorecidos.
Que somos nosotros.
Cuando en su casa hipotecamos el alma.
Y la vida.
Por tener un techo, que tape la herida.
Del cielo.
Que cae sin remedio sobre nosotros.

domingo, 10 de octubre de 2010

No a la pena de muerte.

No existe el cielo.
Tampoco el infierno.


Olvidemos los dogmas.
El porqué.
El cuándo.
La norma.

No hay consuelo teñido de sangre.
Ni pistola de flores.
Aquí.

La ley del Talión.
Es el talón fracturado.
Del argumento esgrimido.
Porque una muerte no devuelve la vida.
Ya perdida.

No se fabrica el futuro restando.

Ni es tan sencillo.
Aplicar el castigo.

¿Quién es el criminal?
Si argumentamos matando.
Si pensamos cómo y cuando.
Poner la cruz.
A quién creemos culpable.


Dioses seguros, nosotros.

sábado, 9 de octubre de 2010

Mi locura.

La cordura es un curso de mecanografía.
Un desfile programado.
Un postgrado en pretextos.
Una canción ya entonada.
Una distancia de todo.
Una variable de nada.
Un te quiero de misionero.
Un disparo sin nieve.
Un licenciado en ciernes.
Una metáfora enlatada.

Lo digo asomado.
A mi piano de palabras.
Después de regresar de tu cintura.
Y sabiendo que no hay otro estado.
Que esta locura.
Que me contiene.
Que se explica y me mantiene.
Abotonado a la premisa.
De tu boca.

Historias del Metro.

"Era el segundo vagón.
Yo era una humana consecuencia de un día difícil.
Siempre lo es , el primer día de trabajo después de las vacaciones.
Al cielo le sobró un crepúsculo.
Ya era de noche, cuando yo aceptaba la oscuridad subterránea........"

De vuelta a casa siempre hay un asiento libre.
El sueño ataca mis flancos, pero el continuo goteo de gente mantiene mis párpados erguidos.
Perdido en imágenes lejanas, miro sin ver.
Pero casi sin querer tomo conciencia del entorno.

Enfoco una cara.
Cómo el que evalúa a que atenerse, ante un dibujo desconocido.
Veintiséis años es la cuenta aproximada , el pelo suelto desbordado en los hombros.
Morena, de mediana estatura.
Pero al ajustar la mirada , algo no cuadra.
Los ojos felinos de pupilas dilatadas.
Orejas picudas.
Y con treinta grados de media, lleva abrigo largo por debajo de las rodillas.
Sandalias espartanas.

Siento un escalofrío.
Y escapo volando a mirada.

Pero me detengo en la siguiente cara.
Cincuenta y seis años, gafas de pasta.
Pelo graso, de estatura baja.
Camisa negra, corbata a rayas.
Pero no lleva zapatos, va descalzo.
Y en los brazos, una mochila desproporcionada.
Como si en su interior, llevara lo indispensable para sobrevivir ante un posible ataque nuclear.

Esto es insano.
Me muerdo las manos, con la esperanza de que yo mismo sea un pedazo de sueño.
Pero no despierto.
Y duele.


La tercera cara, pertenece a una anciana.
Apenas cuarenta kilos la contienen.
Pero lejos de estar encorvada.
Mantiene la mirada, mientras se agarra a la barandilla, con una fuerza desproporcionada.
Transmite una energía extraña.
Y me fija, como si el equilibrio del espacio-tiempo dependiera de su enfoque.


Quiero gritar, pero mi garganta es un refugio de arena.
Lejos, a tres vidas de distancia, un niño pelirrojo lee absorto una edición de bolsillo del Señor de los Anillos.





Yo sólo quiero llegar a casa.....

viernes, 8 de octubre de 2010

Dos cielos.

Las cuencas encendidas.
Volcanes las pupilas.
El pecho desangrado.
Relámpagos sin freno.

Mis manos.

Y tú desde tu cuerpo.
Desarmada de ti.
Inmensa.

Desvinculada del tiempo.
Que ya sólo sabe.
Rodar cuerpo abajo.
Desde tus brazos.

Hasta mi.

Se agrupan los orgasmos.
De recuerdos.
Que clasifican a estadios.
De tu labio.

Lo que la tarde nos debe.
Ahora.
Que estamos ausentes.
De nosotros.

Se ríen las sombras.
Y yo matando a pedradas.
La distancia.



La puta distancia.

jueves, 7 de octubre de 2010

Cinco.


I.

Quiero descoser las fracturas
los diques de tiempo
las persianas suicidas.

II.

Borrar el cielo
a golpe de verso
y cuando no quede nada,
saltar adentro.

III.

Morir será un instante
un cruce de luz
un igloo
en la inmensidad sorda de la distancia.

IV.

Renacer
será una frontera de piel
un ocaso de dudas.

V.

Y allí,
sin mas techo que tú,
cerrar los pliegues restantes
entre tu espalda
y la lluvia de instantes
que jamás podrán atraparnos.

domingo, 3 de octubre de 2010

NO.


No.
Es no.

No hay lugar a la duda.
No fuerces.
No inventes.
No tapes.
No tientes.

Al infierno de ti.
Que te sale por la boca.
Que se instala en tus pupilas.
Que desencadena.
Que rompe.
Que llena.
Cada nudillo.
Cada alarido.
De los instantes por venir.
Cuando quieras morir.
Mientras dañas.

No es no.
Recuerda.
La vida no es posesión.
Es inicio, mediante.
Es partida.
Juega tu parte.
Sin reclamar mas cuerpo.
Que el que se entregue.

No naufragues.
No lapides esperanzas.
Que por tus formas.
Por tu manera burda.
De entender el amor.
Destruyes y entierras.
Encadenas y cortas.
Arrojando los pedazos.
De lo que algún día.
Nació.
Sin ser reclamado.

Y si a pesar de todo.
Sigues con tu latido insano.
Con tu perfil de villano.
Hazte un favor.
Y corta la tierra.
Por donde pisas.
Desaparece.
Olvida.
Remienda tus trozos.
Y no vuelvas del purgatorio.
Quédate allí.


No vuelvas.

Despertar.

Un vaso.
En el fondo los posos.
Pelean por el modo.
De dibujarse.
De evocar instantes.

Mientras la palabra café.
Es mas que una palabra.
De tu mano.
De tu arte de dibujar espuma.
De inspirar aroma.
De latir despacio.
De parar el tiempo.

De destapar te quieros.
De la mañana inspirada.
Y de mi suspirando.
Por el ritmo de tus caderas.
Que se mueven.
Que se giran.
Que dibujan.
Caminos directos.
De mis retinas.
A ti.
De mi aliento.
A tu entrega.

Y que decir del mundo.
Sabio descarte.
En ese momento.
En ese instante.
En que todo comienza.
Y nada es mas importante.

sábado, 2 de octubre de 2010

Beso.

Podría definir el arte.
De desembocar a labio.
De sentir el aire.
Que se para en suspenso.
Entre dos espasmos.

Podría abarcar la tierra.
Que alinea a latido.
De vena.
De sangre.
De hoguera.

Podría usar las palabras.
Aquí y ahora.
Pero mientras lo hago.
Mi boca demora.
Asiente.
Libera.
Entona.

Y calla mas de lo que siente.
Mientras sube la temperatura.
De las memorias.
De cada camino.
De tu labio conmigo.

Besarte es apartar el todo.
Y desembarcar a puerto.
Sentir.
El resumen de mi.
En el perfil de tu cuerpo.

Limitar al tiempo.
Acortar espacios.
Navegar despacio.
Mientras al viento le llueven orgasmos.
De vida.
De sangre.
De siglos.
Resumidos en ese instante.


Contigo.