Hace cuatro años
había mundial también,
pero eso era lo de menos
un pretexto quizás
para equilibrar la diferencia horaria
yo había perdido la Fe en el partido de las formas,
el dictado de la ciudad
me sometía a juicios sumarios por países,
a negar la fantasía de encontrarnos
pero la urgencia del sueño hizo el resto,
España ganó y yo me decidí
a cruzar el charco
te compré la camiseta de Iniesta
la azul con la estrella
y no tuvo mejor sentido que el que le diste
cuando en mitad de la primera noche,
te la calzaste para salir a por agua
a la gasolinera más próxima
hay que ser hortera en el regalo,
ahora me río con ganas al recordarlo
pero repito
eso era lo de menos,
porque nunca volvimos a hablar de fútbol,
ni de más estrellas que las que brillaban
en el cielo de Miami
y otra vez mundial
y yo escribiendo en pasado,
no por melancolía, sino para certificar el milagro
hoy
como ayer
las ciudades siguen siendo igual de bellas,
tú en la tuya volviste a enamorarte
y has sido madre,
yo en la mía he crecido en amistad a lo largo de los años,
debido a otros pretextos como la poesía o el teatro
por eso
ahora soy feliz
y
quería contártelo.
domingo, 22 de junio de 2014
martes, 17 de junio de 2014
8:56
Recuerdo un viaje en coche
con mi familia,
mirando a través de la ventanilla
las líneas discontinuas
de la carretera
empecé contándolas
hasta que mi mente buscó
en otro lugar
observando a mis padres
me preguntaba
lo difícil que resulta encontrarse,
que de entre un millón de posibilidades
te guste una persona
y que justo a esa otra, le gustes tú
¿qué tipo de alquimia
había operado entre ellos?
¿cómo lo habían conseguido?
las hormonas dictaban
que yo quería encontrarme,
por eso mirando de reojo
para que no se percatasen,
ensayaba besos largos en el espejo
mientras esperaba una oportunidad
23 años después
la historia
no ha cambiado demasiado.
con mi familia,
mirando a través de la ventanilla
las líneas discontinuas
de la carretera
empecé contándolas
hasta que mi mente buscó
en otro lugar
observando a mis padres
me preguntaba
lo difícil que resulta encontrarse,
que de entre un millón de posibilidades
te guste una persona
y que justo a esa otra, le gustes tú
¿qué tipo de alquimia
había operado entre ellos?
¿cómo lo habían conseguido?
las hormonas dictaban
que yo quería encontrarme,
por eso mirando de reojo
para que no se percatasen,
ensayaba besos largos en el espejo
mientras esperaba una oportunidad
23 años después
la historia
no ha cambiado demasiado.
sábado, 7 de junio de 2014
5:18
Suelo rajarme
desde el ombligo
hacia afuera
todas las noches
apenas
duele
lo admito
estoy renunciando
estoy renunciando
estoy
cada
vez
más
lejos
a cien capas
de distancia
de lo que fue
Atlántida
Macondo
Fantasía.
desde el ombligo
hacia afuera
todas las noches
apenas
duele
lo admito
estoy renunciando
estoy renunciando
estoy
cada
vez
más
lejos
a cien capas
de distancia
de lo que fue
Atlántida
Macondo
Fantasía.
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