viernes, 25 de abril de 2014

7:06

Terrible
el amor
que nos corrompe

desorientando
la piel propia
dependiente
ya del otro

qué difícil encajarse
después de la fractura
sin perder el rumbo
de la realidad

cuánta violencia
en el contacto

qué difícil parar
el avance incontestable,
la degradación oculta
el reverso
de la huella o
punzón plateado
que nos destroza
por muchas alturas
que pongamos.

jueves, 24 de abril de 2014

8:05

Es jueves
y sol
la mañana se filtra
a través de una fina lámina azul

camino despacio
como si dudase
entre sueño o ciudad

se abren las puertas
del ascensor del metro

somos cuatro

no, espera
una chica viene corriendo
a lo lejos

llega una chaqueta de entretiempo
un jersey color cielo, leggins
y unas botas con cristalitos incrustados

bloqueo la puerta
me da las gracias
con la media sonrisa
a punto de romper

se sitúa de espaldas a mí
su pelo es un universo
en movimiento,
un rizo que llama a otro rizo

ese olor

creo que no necesito café
ya estoy despierto
mis hormonas lo deciden
en apenas dos segundos

se aleja, camina, corre
el metro está llegando

yo prefiero dejarlo
a la incertidumbre
y
entro
en el último segundo

está de pie
en medio del vagón
concentrada
leyendo un libro
de Federico Moccia

me descuadra
no sé que pensar
hubiera imaginado
cualquier otro libro
menos ese

me pellizco la cara
mientras en algún lugar
Mario Casas se ríe de mí.


lunes, 21 de abril de 2014

16:01

Llueve
la calle tiene un tono especial
como si el olor a naturaleza
y los charcos
dibujasen nuevas normas :

camina a grandes trazos
los vaqueros fijan
la forma de sus piernas

lleva unas botas beige
y una chaqueta verde militar,
el paraguas en los huesos
pero resistiendo la lluvia
y el viento de Madrid

acelero el paso
hace cinco segundos
que decidí escribirle un poema

entramos en el ascensor del metro

la miro
disimulando
la intención

ojos de color miel
cara angulosa
labios perfectamente perfilados
como si la medida fuese esa

tiene en la expresión
una gota de preocupación o tristeza
que le dibuja una pequeñísima línea
en la frente

camina y deseo, la deseo

decide obviar las escaleras mecánicas
se desliza
            de escalón
                              a escalón
mientras yo archivo las imágenes

se abren las puertas, entramos
yo me siento primero
ella enfrente

se quita la chaqueta con delicadeza
como si fuera a romperse

lleva un jersey fino
de color gris

mientras cruza las piernas
saca una bolsa de plástico
y guarda cuidadosamente
el paraguas


silencio


( ahora sé que entonces
solo iba a tener dos paradas de ventaja)

1

2

se incorpora
sus manos de dedos finos
y uñas de color rojo
agarran la barra

gira
ciñéndose la cazadora,
mostrando el azul
de la camiseta interior,
cogiendo impulso quizás
para quedarse
a vivir en el poema.

sábado, 19 de abril de 2014

9:21

Tengo un dolor
atravesado en la garganta
un compendio
de soledad e imágenes

allí habita el carcelero infinito
con sus manos de pinzas monocromáticas
abre y cierra las puertas
a los monstruos

pobres, tristes monstruos
que chocan una y otra vez
con la imagen de sí mismos

es tan fuerte este dolor
que apenas puedo digerir
todas las vidas
que se agolpan en mis ojos.

viernes, 18 de abril de 2014

03:53

Nace
el amanecer
como una pregunta
gigante

el sol escucha mi silencio
y ofrece otro día más

la cama está triste
mi cuerpo es un satélite
que tiende a número primo

Alguna vez
fue deseado este cuerpo mío
por otro similar y distinto,
una mujer que se precipitó sobre mí
como un tren sin autopista de nubes

Ahora solo frecuento
la amistad duradera,
se acercan a mí
buscando eso

qué hermosa sinergia
cuando tienes cubiertos
los hombros

qué contradicción planetaria
cuando el instinto se revuelve
como un estómago
dentro del pecho

sabes de qué hablo.


domingo, 6 de abril de 2014

00:00

Algunos
dicen que es el temor a la muerte
lo que hace que los hombres
fabriquen orgasmos de papel

otros hablan
del origen
la serpiente y la manzana
el paraíso

bienvenidos al primer centro comercial
creado por Dios
con árboles y frutas como países
de allí expulsaron a los nuestros

desde entonces somos infelices
la mayoría del tiempo.

viernes, 4 de abril de 2014

9:08

Mirarse al espejo
y percibir el sonido
como una fuente
de recuerdos intangibles

noviembre o febrero
en el Estado del Sol

ese cielo a punto de romperse
como si hubiese un huracán
acechando en el ojo
del verano

llovía fuera
también dentro,
tímidas gotas recorrían
el espacio infinito
que iba desde el nacimiento
de tu cuello hasta mis manos

nos quedamos sin gasolina
el coche se planteaba
no seguir,
como si tuviese
una relación de parentesco
con los días del final

yo no quería verlo
mi mente se resistía
a pesar de la desazón y el vértigo
que mis nervios proyectaban,
como dos parabrisas
que impotentes intentaban borrar
toda esa distancia entre nosotros.