domingo, 29 de agosto de 2010

Light.


Música.


Principio.
De cualquier historia.
De cualquier memoria.

Origen armónico.
Destapa las sombras.
Airea los nombres.
Castiga las dudas.

Transmisora.
Hacedora de alas.
Vehículo de leyenda.
Desnuda las esferas.

Y te muestra.
Criatura mística.
Tu piel es arista.
De quien apunta.
A tu plano.


La magia existe.


Sólo abre las manos.

viernes, 27 de agosto de 2010

Out of time.

Llueve.
De abajo hacia arriba.
El cielo poco puede hacer.
No controla el espasmo.
De la tierra.

Una espiral.
Afluente de savia.
Del presente atemporal.
Del relieve transversal.
De mi.

Energía proyectada.
De mi origen.
A tu mirada.

Poco nos separa, ya.

Aunque seamos disputa.
De dos amantes antagónicos.
Porque nosotros.
Escapamos a manos.
Volamos a ciento.

Infinita presencia.
Este momento.
Que se propaga a lo ancho.
Desembocando en tu cuerpo.

More than light.


Te reclama el cielo.
Tu no le eches cuenta.
Y vive y alimenta.
El deseo de la tierra.
Que tu pelo se libere.
Que avives la hoguera.
De todos los nombres.
Que te nombran.
De todos los hombres que te crean.
A su sueño y semejanza.
A su delirio y emblema.
Y no permitas que te catastericen.
Que tu eres mucho mas que una estrella.

Equilibrio.


A veces sólo hay silencio.
El viento viene silenciado.
Las pupilas omiten el cambio.
Las palabras navegan en el vacío.
Sin bastón de mando.
El cuerpo comulga consigo mismo.
Sentido y pensamiento.

Kiss.


Se escapa la vida entre dos cielos.
Se presume el alma previa.
El ajuste de materia.
Dos pasos.
Tu cuerpo.
El aroma del susurro.
Que es el halo desatado.
Del deseo.
Un beso.
Se resume la tarde,
en vano intento.
De alcanzar lo que enfoca,
lo que alimenta,
lo que provoca.
La sangre se diluye entre metáforas,
de un cielo que quiere compararse,
con este momento.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Master of Puppets.


Silencio.


Holograma.
Hálito helado.
Alma desalmada.
Siniestro encargo.


Cuando Mercurio tiene las manos negras.

Desprovistas de aire las banderas.
La sien blanca.
Refulge intacta.
Mientras pululan los cadáveres.
De los muertos que niegan la vida.


Los escombros de principios.
La libertad encadenada.
Los ojos de la justicia, ajusticiados.
Por ti.


Virus letal.
Que invades la vida.
Contando mentiras.
Abominable creación.
Estirpe nefasta.
Mi cruz es tu lanza.

Pero no alcanzas.
Mis sueños intactos.
Mi relieve de prismas.
Mi perfil del deseo.
Mis manos abiertas.
Mi labio entero.

No puedes.
Quebrantar mi llanto.
Denunciar mi canto.
Blasfemar mis letras.
Contaminar mi estado.
De obstinado percutor de tus miserias.


Poder de mierda.

sábado, 21 de agosto de 2010

Guitarra.


Desnuda.
Se entrega.
A manos de quien la colma.
De quien asume su piel.
De quien libera.
El viento que recorre sus centros.
Y sale despedido entre suspiros.

Desnuda.
Y entera.
Seducen tus caderas..

Guitarra.

00:30


La noche es un punto de mira.
Del ojo que vuela.
Del deseo latiente.
De la luna que observa.
Cada batida de verso.

Wall.


El muro es una capa de tiempo.
Un pensamiento indisoluble.
Una nube distante.
Una cima cercana.
Un sueño malherido.
Una realidad cotidiana.
El último soldado en pie.
De una batalla.

You are desire.

Desearte.
Es generar un ambiente.
Desde tu cuerpo.
A mi mente.
Y sentir el latido.
Recorrer el suspiro.
Sentir el desborde.
De mi cuerpo.
Ante los acordes.
Del aroma.
Del idioma.
Dibujado a cada centímetro de ti.

Simple.

Simple.
Esa es la palabra.
Que reune a cielo y a tierra.
Lo que el cuerpo y la mente encierran.
Sólo proyecta.
El sentimiento.

Agua.

Ya me sobran las palabras.
Todo se resume.
En mi labio.
Cuando te beso.
A ti

Fragua.

De la noche sólo queda el milagro,
de tu cuerpo a mi lado.
Del primer rayo de la mañana,
mis ganas,
de besarte los párpados,
de agarrarte las manos.
La fragua de nosotros,
no entiende de mañanas,
ni de noches,
sólo se aplica a derroche,
de portales abiertos,
de tu cuerpo al mío.

Your neck.

El destino es un tobogán.
También llamado cuello.
Tu cuello.
Territorio abierto al viento.
Y a mi labio.
Al deseo que se propaga.
Desde mis costados.

To give.

Te entrego mis causas.
Mis anticipaciones.
Mis suspiros.
Mis errores.
Mis delirios.
Mis temores.
Mis estrellas.
Las que recogí en la arena.
De la playa sin nombre.
También los dos botones que me sobran.
Y las dos palabras que te tocan.
Esas que digo para dentro.
Y reflejo en mis siglos.
En tu nombre.
Nada queda en el tintero.
De este aprendiz de hechicero.
Nada,después del fulgor provocado.
Por ti.

Hope.

El hombre que había nacido para proteger.
No se quería así mismo.
Andaba siempre de pelea con los espejos.
Con la vida, con el tiempo.
Pero aquel día llovía mas de la cuenta.
Y en el bordillo de la calle, había una chica.
Esperando para cruzar.
Llevaba falda, y una sudadera calada.
Jugueteaba con los dedos melodías.
Mientras desenredaba los cables del Ipod.
Un coche patinó.
Empotrándose donde estaba ella.
El sólo recuerda saltar de lado, apuntando a milagro.
Aturdido, con ella en los brazos.
Era martes y trece.
Y el cielo comenzaba a dar tregua a dos almas.
Que se identificaban entre lluvia y cristales rotos.

I love U.

Eres tú.
Espacio abierto.
Porque sólo existe la libertad, desde tus lados.
Eres poema abierto.
Al ejercicio de lo bello.
Se remueven las metáforas.
En los apuntes del cielo.
Yo sólo reflejo.
Lo que eres para mí.
Tú en ti.
Eres mucho mas grande.
Que mis palabras

Muse.

Cómo encerrar entre palabras.
Un universo desatado.
Cómo recorrer a lápiz.
Un labio.
Una ilusión.
Un cuerpo desbordado.
Mis soldados de papel.
Se mueven por intuición.
El resto...
Eres tú.

No puedes.


Olvídate de mi.
Minutero.
Deja tu oficio.
De nada sirven los encierros conmigo.
No ahora.
Que vuelo.
Que siento.
Que reflejo.
Todas las virtudes de mi.
Que sea agrupan, que se expanden.
En torno a una mujer.
Y ven si quieres, ven.
Que nosotros somos uno.
Pero mucho mas que dos.
Sin hora, ni demora.
Que alcance nuestro labio.
No puedes...

00:01

Y llegué a la última estrella.
Hice un símbolo con las manos.
Refulgían sus puntas.
Como si fuera esa noche, la última noche.
Y apareciste.
Intacta al deseo.
Revuelto el cabello.
Tus ojos dos motas del cielo.
El tiempo ya vencido.
Por la eternidad de dos cuerpos...

00:00

La noche dibuja un cielo.
El cielo se empeña en reflejar.
Cien pares de pupilas.
Que miran.
Que sueñan, soñar.
Y después de la brisa.
Trae la noche un labio prendado.
Con tu nombre asociado.
Y eres tú.
Mas que medianoche.
Eres derroche de cielo y de mi.
Espérame a media luna.
Que yo voy apagando las luces..

Entrega.

Descalzo.
De sombra y lluvia.
Ya sin armadura.
Con las manos desplegadas.
Y el alma entregada.
Ya los siglos me resbalan.
Las columnas me afianzan.
A una nueva construcción de mí.
Sale el sol de lado.
Después del sacrificio.
Ya consumado.
Rescaté un par de estrellas.
Que ahora te entrego.
Tímidas.
Ante el prodigio de tus ojos.

Paradise.

Existe un lugar desde mi vista.
Un círculo abierto a mí.
Allí estas tú.
Inventándote cada día.
Sobrevolando tus días.
Y yo entro desnudo siempre.
A compartir alma y la frente.
Labio y deseo.
Y todas las formas de un te quiero.
Allí.
Junto a ti.

Microsueños.

I

Abro los ojos.
El cielo.
Inmenso como los relojes sin nombre.
Sentado en un escalón.
De una escalera titánica.
Sin principio, ni fin.
Mis pupilas asimilan el paso.
¿Salto?

II

Un restaurante.
Mirando a una pared blanca.
Baldosas irregulares.
Siento una presencia.
Desvío la mirada, y al volver.
La pared está derrumbada.
Miro a través del agujero.
Y en el final se vislumbra una habitación.
Los objetos vuelan.
Y una mecedora se mueve sola.
Pido permiso a una camarera con la mirada apagada.
Entro...

III

Abro los ojos.
Enfrente una carretera.
Los coches circulan a ambos sentidos.
Capto el peligro.
Dos guardias uniformados me miran atentos.
Sus pupilas censuran mi vuelo.
No quieren que cruce.
Pero yo cruzo.
Y huyo.
Cómo si el suelo estuviese poblado de llamas.
Ganan mis ganas.
Y los pierdo.

Giro la calle.
Y ante mi, se presenta inmensa:
La Torre Eiffel.
Mientras intento abarcar todo su entorno.
Pienso:"Cuánta belleza."

El cielo protege su espalda.
Una llama ondea el horizonte.
Llegó la hora del crepúsculo..

IV

El cielo era una broma macabra.
Una atmósfera opresiva.
Me soltaba, pero a la vez me atraía.
Su halo amenazaba con torturar mis sienes.
Mientras yo iba cayendo en ciernes.
Caía suavemente, como lo hacen las hojas.
Mecidas por el viento.
La calle era un avispero de zombis.
Esperando su presa.
Yo tanteaba opciones.

¿Cómo enfrentar?
Aquella horda de muerte.
Caía por fin, y una marabunta me oprimía.
No tenía miedo...

V

En el salón de mi casa.
Las ventanas cerradas.
Un círculo.
Mi madre, mi hermano y yo, en torno a él.
El perro en el centro.
Cambia de color.
Crece su agresividad.
Tiembla.
Describe círculos.
Cambia de tonalidades.
Mientras nos enfoca.
Y nos mira.
Fijando nuestros pies al piso.
No puedo moverme..

Horizonte.

En el horizonte, que es metáfora y una de mis palabras preferidas.
Se dibujan tres comienzos superpuestos.
Ayer, hoy y mañana.
Y siempre es la primera oleada.
Del perfil de la vida.
En mis hombros.
Lo que me trae intacto y sin escombros.
A un nuevo amanecer de ti.

Magia III.

El niño que controla las nubes.
Enfoca.
Libera las manos.
Y juega a cielo.
Dibuja las alas.
Nace pegaso.
De entre sus brazos.
Las nubes hermanas.
Esperan su turno.
Desde su origen.
El mundo.
Sonrie y juega.
Y el cielo se puebla.

Norah.


De sus manos se desparraman los acordes.
Prolongaciones de cielo.
Cada nota un destello.
De su voz beben los vientos.
Propagando los cuatro elementos.
Su vientre desborda.
La miro y vuelo.
Y mas que vuelo.
Si cierro los ojos.
Y observo.
Lo que a pentagrama abierto.
Susurra.

Son sueños.

Magia II

Es la casa mas antigua del pueblo.
Del dueño dicen que arroja rayos de los ojos.
Y que nadie lo suficientemente loco.
Ha cruzado sus puertas en los últimos años.
Pero era el balón de este último mundial.
Y Pedro no se resignaba a perderlo.

"Cuentos de viejas decía"
Mientras las puertas abría.

Husmeando entre matojos de hierba descuidada.
Vio una criatura emerger de entre la nada.
¿Era un Gnomo, un trasgo quizás?
Esa criatura que invadía su mente.
Y le miraba con ojos de diferentes colores.
Quedó paralizado por un instante.
Cerró los ojos.
Y cuando los volvió a abrir....nada.
El balón apareció rodando.
Pero el ya corría desenfrenado, calle abajo.

Magia I

"El niño que cree en la magia.
Extiende las palmas de las manos.
Al pasar las puertas automáticas.
Le gusta pensar que es su energía.
La que abre, la que cierra.
Un universo de fantasía, pende de sus hombros.
Lo que no sabe, lo que ignora.
Es la fricción que provoca.
En los objetos.
Que se mueven a su espalda.
Cuando algo le preocupa, o le libera."

viernes, 20 de agosto de 2010

Attraction.

Cierro los ojos.

Perfilo el rostro.

Diez centímetros por encima de la cordura.


Los sonidos acuden intactos.

Como racimos salvajes, liberados.

De una conexión arcana.


El aroma latiente emancipado.

Del cuerpo siempre evocado.

Penetra todos los espacios.


Mi labio ya no suscribe.

Ninguna palabra.

Emboscado en el nirvana.


Se reduce el espacio.

Del mundo a mis espaldas.

Como resultado de la inercia de tu piel.


Abro los ojos.


Tu mirada absorbe el universo.

domingo, 15 de agosto de 2010

You, love.

Eres.
Es tan fácil conjugarte.
En un par de latidos.
Resumen de ti.

Las noches van y vienen.
Con apuntes de tu nombre.
Que no voy a nombrar aquí.
Porque eso es cosa nuestra.

Soy.
Mucho más que yo.
Desde ti.

Lo saben los supuestos amaneceres.
Que creen despertar mis retinas.
Cuando ya llevan siglos, viajando mis pupilas.
Mar adentro de tí.


Eres.
Vientre de sueño.
Deseo prolongado.
Flor siempre fértil.
En el jardín atemporal de mi memoria.

Soy.
Labio siempre dispuesto.
En el ejercicio infitesimal de quererte.

Awakening.


Despertar.


El alma irreductible.
Recorre cuerpo a dentro.
Los caminos de la noche.
Apuntando a sueño los costados.
Y cuando ya se siente presa de las imágenes.
Golpea los párpados.
Necesita el sol, como la vida.
Y giran las pupilas...

Abarcando valles y esferas.
Y en el centro de soles y estrellas.
Entre colores fugaces y viento de magia.
Estas tú.
A tu diestra un unicornio.
Coronando tu cabello una flor.
Y entorno a ti la tierra es el cielo.
Los mares se resumen en tus cuencas.
La manzana prohibida rueda a tus pies.
Eres indultada.
Por un Dios que te venera.
Por un hombre que te desea.

Que soy yo.

Recorro la distancia de los sueños superpuestos.
Y abarco todos tus centros.
Y mientras te beso.
Nos vamos disipando....


Abro los ojos.

sábado, 14 de agosto de 2010

The Flight of Icarus.


Ya no redoblan las campanas.
Cayó el último mito.
La arena desborda los relojes.
Que asumen sus vicios.
Y se ven perdedores.

Las ruinas se recogen.
Reciclándose las causas.
Y la parca ya no alimenta.
Los temores.

Naufraga entre desiertos.
Sin encontrar nada, ni nadie.


Una línea parte en dos el espacio.


La pupila observa.
Avanza.
Enfoca.

Una figura.
De alada envergadura.
De sempiterna hermosura.

Ícaro.
Vuela.
Desafiando a un sol que ya no puede.

Renace.
El viento, de sus ojos.
El fuego, de sus hombros.
El signo, de los tiempos.

Y vuela.
Ciñendo tu mirada, que es la mía.
Oxigenando mi pecho.
De cualquier desidia.

Dibujando la medida de tus labios.
El idioma de tu pelo.
Un nuevo cielo.
Late desde él.

jueves, 12 de agosto de 2010

Te veo.

Abro las manos.
Extiendo los brazos.
Mis pulgares, repasan tus párpados.
Cierro los ojos.
Eres mas que tú.
Para mi.

Te siento en todas tus imágenes.
Tu respiración entrecortada.
Recorre el espacio abierto.
Entre tus labios.
Y yo.

Resbalan mis dedos.
Por tus mejillas.
Y el sol ya existe.
Desde aqui.

Mi mano traza un semicírculo.
Alrededor de tu cuello.
Acaricio tu cabello.
Te acerco a mi.

Te beso.
Siento tu boca.
Danzan a cielo.
Dos labios.



El mundo se escapa.
De nosotros.

domingo, 8 de agosto de 2010

360º

Algo falla en el péndulo.
Gira una vuelta completa.
Y el espacio se llena de siluetas.

Movidos por los hilos de la ingravidez.
Salen despedidos los instantes.
Que el tiempo no pudo retener.

Allí estas tú.
Libre de cualquier estructura.
Cuantas veces soñé coronar tu cintura.
Entre arrebatos de mi locura.


Recorro el territorio despejado de mis dudas.
Y me dejo llevar.
Sin péndulo ya.
Libre de cualquier atisbo de cordura.

Sigo el camino de los despertares sucesivos.
Que tendimos a ambos lados de nosotros.
Y ya me sobran las palabras.
Que no son tiempo, ni pretexto.
Solo palabras.

Y te cerco entre mis brazos.
Y te beso despacio...

En esta hora de la noche.
En que el cielo es el suelo.
Y tú, pueblas ambos lados del espejo.

jueves, 5 de agosto de 2010

My dream.

Permítanme el ejercicio.
No se me asusten.

Empiezo por desabotonarme la camisa.
A cada escalón se asoman las palabras.
No las libero.
Ya existen desde antes de mi.

Libero mis hombros.
Y mi torso queda desnudo.
Al mundo.
¿Ven mis centros?

Escojo un rotulador fino.
El mismo que utilizo para señalar.
Los instantes que me liberan.
Que son mi constante.

Y dibujo en mi pecho una cruz.
Protestan las metáforas.
Porque el dibujo les roba protagonismo.
Pero soy yo mismo.

Sin noticias de mí, después de aquí.

El bisturí preparado.
Ese gemelo siempre necesitado.
Que separa el tiempo y sus huestes.


El pulso no tiembla.
Nunca lo hace.
Cuando es la vida.
La que late.

Y hago la incisión.
Permítanme que les muestre mi sueño desnudo.
¿Perciben su luz?

miércoles, 4 de agosto de 2010

Edge.

El hombre que es límite, grita.
En los albores de la locura.
Despedazada ya la cintura.

Naufraga el momento.
En sus océanos sin puertos.
Su mirada desasistida.

Sus relámpagos podados.
Sus labios sin manos.
Desdobla los párpados.

Y se diluyen sus últimos versos.
En el zaguán de los libros sin cuerpo.
Muere.


Para volver a nacer.
Después del silencio.
Y empezar otro ciclo.


De cristales de tiempo.

martes, 3 de agosto de 2010

The Dark Knight.

El hombre que es noche.
Cierra los ojos.
Y abre cadenas.

Se oyen los eslabones.
A cada delirio de los amantes.
Domina todas las artes.

Desoye las noticias de amanecer.
Y se deja caer a fuego.
En cada espejo de cuerpo.

Trasmite el mensaje oculto.
Desde sus manos el mundo.
Imposible no caer.

En su juego de leyendas.
En las redes de sus riendas.
Con las que cabalga la noche.


Desde sus pupilas hambrientas.

Magia.


No podría decir su edad.

¿Treinta tal vez?

La primera vez que la ví.

En mitad de la calle.


Era de noche.

Y los semáforos subrayaban.

Los deseos pendientes.

De las figuras dibujadas del cielo.


No llevaba sombrero.

Pero me eché las manos al cabello.

Como si lo llevase.

Fue un acto nervioso.


Una esquina.

Poco iluminada.

Ella imponente, brillaba.


Al acercarme tímidamente.

Sentí su olor.

Mezcla de mango y hierbabuena.


Giró la cabeza.

Extendiendo la palma de su mano.

Y sopló.


Cientos de virutas de plata.

Volaron en mi dirección.

Desapareció el callejón.

Y yo caí en un agujero profundo.

Olvide mi mente.

Y el mundo...



Estaba naciendo a una nueva ilusión.