sábado, 31 de julio de 2010

Origen.

El niño que controla las nubes.
Enfoca.
Libera las manos.
Y juega a cielo.
Dibuja las alas.
Nace Pegaso.
De entre sus brazos.
Las nubes hermanas.
Esperan su turno.
Desde su origen.
El mundo.
Sonríe y juega.


Y el cielo se puebla.

viernes, 30 de julio de 2010

Clave de sol.

Suena una canción.
El cielo derrama oro.
Dos pupilas voladas.
Por el tono.

Cosidas las imágenes.
Laten las sienes.
Que enumeran motivos.
Se desatan las metáforas.

Es el mundo un prisma de luces.
Deseo proyectado.
Antagónica cadena.
Que no ata, sino libera.

Pentagrama traslúcido.
Libertad en sueño.
Y mas que eso.

Eres, tú.

jueves, 29 de julio de 2010

Shalom.

Un puñado de arena.
En mi mano abierta.
El cielo es testigo.
En cada grano.
Un destino.
Un mar expectante.
Los labios del cielo.
Sangrantes.
Después de morderse.
En el tiempo mediante.
En que el universo redujo.
Su flujo.

Libre.
En mis ojos.
El mundo.


Te veo en todas tus formas.
Eres tú.
El principio.
Preámbulo de las murallas.
Amor furtivo de las batallas.
Que nunca acontecieron.

Eres el fuego sin dueño.
El festín de los sueños.
El idioma de todos.

No te nombro.
Porque en el origen.
Tú, copas todo.

Que en las edades que restan.
Te coronen de gestas.



Equilibrio.

miércoles, 28 de julio de 2010

El homicida del tiempo.


No me busques.
He roto los relojes.
No puedes.
Soy el homicida del tiempo.
De mis ruinas.
Abrí la tierra.
Separe los cielos.
Asumí derrotas.
Perdone mil bocas.
Me despertó la muerte.
En cada agonía de cielo.
Escribí a sangre.
Vomite los hierros.
Quedan pocos cimientos.
Se los llevó la marea del desaliento.
No me esperes.
Porque no aparezco.
Pero si quieres.
Yo te invento.
Mis puñales despuntarán el viento.
Y de una brecha del tiempo.
Desbordarás hermosa.
Llevarás mi estigma.
Naufragaras mi boca.
De tus ojos.
Me llevaré el reflejo.


Aquí lo dejo.

Magia blanca.

Una piedra blanca.
Sin grietas.
Redonda como un círculo sin dueño.
Yace caliente entre mis dedos.

La encontré entre dos sueños.
Cierro los ojos, y cambio de cuerpo.
Soy el águila que desbloquea el cielo.

Cuando los pretextos del mundo.
Recargan de miedo los muros del cielo.
Vine aquí a romper emblemas.
A enfrentarme a tus miedos.

No ha nacido gárgola que usurpe.
Tu alma de luz.
Tu pecho de fuego.
Yo estoy aquí, primero.

Haciendo la cruz a las sombras.
Que nada se acerque a tu pecho.

Leo las runas.
Invoco de frente.
A todas las fuentes.

Manteniendo el equilibrio.
Cuando el aire viene viciado.
Cuando sobran los brazos.
Que invocan suicidios.
Yo los paro.

A ellos, que todo lo nombran.
Que vienen y toman.
No podéis pasar.

Yo te protejo.
De los monstruos.
Que nada quieren.
Que todo empobrecen.

Desde sus manos tristes.
Sus carencias nefastas.
Aquí no tienen cabida sus garras.

Oxigénate en mi espalda.
Agárrate fuerte a mis alas.
Que yo voy abriendo el cielo.
A punta de magia.

martes, 27 de julio de 2010

There.

¿Cuándo se juntaron dos horizontes?
Estallando en crepúsculo.
¿Fueron tus labios?

Te dibujo entre mis manos.
No necesito los ojos.
Te tengo aquí.

Y sé que no hace falta llamarte.
Para que sobrevueles el instante.
En que mi pecho te nombra.

Todo me sobra.
Cuando te hablo sin labios.
Cuando te sueño sin dueño.

Eres tú , libre del mundo.
Del cielo.
Te invito.

A desatarte sin alas.
A despedirte del miedo.
A volar sin remedio.

Allá dónde tu ombligo te lleve.
De oficio, tu cuello.
Sin norma.

De motor el corazón.
Que te adorna.
Que te perfila sin sombras.


Allí te espero.

domingo, 25 de julio de 2010

La caza.

Pelo graso.
Marcas de viruela.
Dientes amarillos.

Cicatriz en forma de rayo.
Dibujada del ojo a la sien.
Bien podría ser un pirata.

Las sombras se espantan.
El miedo tiene su rostro.
Tiene su cara.

Arpón en mano.
Suelta amarras.
Se preparan las olas.

El ojo del horizonte.
Llora sangre.
Las estrellas no responden.

De la comisura de sus labios.
Se desparrama la saliva.
Cuando ve a su presa, sin salida.

Tensa los músculos.
Desorbitadas pupilas.
La muerte alinea coordenadas.

Fue un segundo.
Lo que tardó la luna.
En intermediar a verso.

Con un rayo.
Que deslumbró a la muerte.
Y condeno al fallo.

A su lacayo.
Que murmulla entre dientes.
“Yo nunca supe, que los peces vuelan”

sábado, 24 de julio de 2010

My madness.

El viento juega con el vestido.
Tirando de los hilos.
Ella baila en círculo.


Un tobogán rojo.
Y en la cara el asombro.
De la gente que observa.


El alma se transparenta.
El cuerpo apenas visible.
Y en la espalda dos cicatrices.


El tiempo es una rémora.
En la cara una lágrima.
Ancla tatuada.


Diadema de niña.
Labio pintado.
Y un suspiro en las manos.


Tu sueño cadena.
Tu desorientada melena.
¿Locura o condena?


Me faltan quimeras.
Pero te ofrezco la tierra.
Te hablo en tu idioma.


¿Quieres helado de fresa?
O mejor te beso en los labios.
Y después nos repartimos el cielo.
Para ti las constelaciones.
Para mí tus brazos.

lunes, 19 de julio de 2010

La soledad de las mascaras.

El hombre que es héroe.
Enciende las luces.
Cierra la puerta.


Y va desnudando su leyenda.


En el suelo el antifaz.
En el aire las últimas palabras:
"No tengas miedo"


Después de la capa.
Queda la carne y el alma.
¿ Y a mi quién me salva?

Se le marcan las costillas.
De la desidia.
La sangre coagulada.
De los amores que no llaman.


¿Por que no elegí ser yo?



¿Por que no me miras?
Si no es con el escudo de cuero.
¿No te vale sólo mi cuerpo?
También tengo alma.


Y después del día.
Llegará la noche y sus monstruos.
Y su carne de hombre será un estorbo.



Solo quieren al héroe.








domingo, 18 de julio de 2010

Alfa y Omega.

Eres tú, en el presente eterno, en el pasado amable, en el futuro incierto.
Siempre tu.
Tu imagen es un holograma proyectado de mi alma, un recuerdo cosido a mis espejos...


Eres.
Sueño de vida.
Vida de sueño.
Herida y sutura.
Aliento y partida.

Eres.
Fuego y agua.
Grito y silencio.
Perfil de la luna.
Locura desnuda.

Eres.
Origen y destino.
Estigma repetido.
Cordón separado.
Por dos cielos partidos.


Eres.
La suma de mis ojos.
El después de mi todo.
Corona del tiempo.
Musa de lo eterno.


Soy.
El espacio entre dos bocas.
La parte de tu cuerpo que invocas.
Cuando te quemas de mi.
Y yo me muero en ti.

viernes, 16 de julio de 2010

Homeless.


Es muy cuidadoso.
A la hora de elegir.
Selectiva memoria.
Que hace recuento de las olas.

Las imágenes se suceden.
Como gotas deslizándose.
Escoge esa de su infancia.
Sin darle demasiada importancia.

Mientras se prepara.
Para el primer asalto a la mañana.

Los amuletos de sangre.
Dan poder.
Son esperanza a la que aferrarse.
Cuando la vida es un destape de ausencia.
Y las horas, meras presencias.

Piel desgastada.
Labio seco.
Camisa sucia.
Elegante sombrero.

La casa acuestas.
Resumidas sus pertenencias.
En un carro de la compra.

Avanza lento.
Como si no fueran sus piernas.
Sino la tierra.
La que dotara de movimiento.
Cada momento.

Atrás quedan dos cartones de vino.
Últimas balas de una noche.
Que no muere.
Ni mata.
Solo ralentiza el dolor.
Entre vapores de alcohol.


De un corazón a la intemperie.

jueves, 15 de julio de 2010

The writer.


"Cuando Dios te da un don,
también te da un látigo,
y el látigo es,
únicamente para auto flagelarse."

Truman Capote.



Un goteo de sangre.
Marca el recorrido.
Del sofá a la mesa del escritorio.

Su territorio.

Su isla particular.
El rincón donde desmenuzar.
A latido.

Cada sentido.

No se nace escritor.
Piensa.
Mientras agonizan las metáforas.
Que fueron descartadas.

Los monstruos corren liberados.
Mordiendo las esquinas.
De su piel.
Subyugando a recuerdo.
De vida.

Todo influye.
Todo suma.

Por eso odia leerse.
Después del trance.
Mientras corrige faltas de ortografía.

Reconociéndose a cada instante.
Entre renglones.
Perfectos transmisores.



De sus heridas.

Caught.

El hombre que es sueño.
Despierta.
Y en seguida nota, cómo la rutina le queda grande.
Le sobran botones.
Le falta talante.

Se palpa la cara.
Comprobando que no le falta nada importante.

Y comienza a andar.

Las pupilas resetean, los antaños caminos alados.
Transcribiendo las sombras del empedrado.

"Que poca luz"
Piensa.
Mientras nota como le pesa.
Algún liquido semitransparente.
Que le recorre el pecho.
En un camino que desemboca en la frente.

"Será eso que llaman alma"

Escucha un ruido.
Un cúmulo de aire.
Que desemboca en gemido.

Comienza a correr.
A través del pasillo de suelo empedrado.
Ausente de aire.
Negado de cielo.

A la vuelta de la esquina.
Explota en luz.
Una posible salida.

Se perciben las manos del viento.

Coloca el brazo a modo de escudo.
Percibe la caricia fresca de la hierba.
En sus pies desnudos.

Poco a poco separa el brazo.
Abriendo los ojos.

Un bosque inmenso.
Abierto en abanico.
Remontando latidos.

Descubre su propia respiración.
Descontrolada.
Cuando después de dos bocanadas.
Aparece ella.

Atrapada entre cuerdas.
Sus alas.
Su melena desmadejada.
Y dos lagrimas recorriendo.
La piel.


Grita hasta que su voz quiebra.




Otra vez atrapado.

miércoles, 14 de julio de 2010

Goodbye.

Llorabas de rodillas.

Era una tarde terrible.
Sin un ápice.
De descanso.

Yo me recuerdo.
Cerrando la última maleta.
Y viendo como mi alma veleta.
Se agarraba a los restos.

De cada memoria.

Cinco años son muchas vidas.
Y nuestros espíritus danzaban.
Detrás de cada puerta.

Cerré los ojos.
Y abrí la primera.
Esa que nos devolvía.

A los primeros días.
Cuando tu labio era rojo.
Y mi pecho era tuyo.

Cuando amarnos era un latido de cuerpos.
A cada momento.
Y la excusa perfecta.
Era nuestra cama abierta.

Me recuerdo en las fotos.
Y sé que te debo mi risa.
Y mi juventud.
De esos días.

Abrí los ojos.
Cerré el pomo.
Y volví a la sombra.

Al suplicio de verme.
Reflejado en tus pupilas.
En esa última hora.

En que me despedía.

De tu pelo.
Tus ojos.
De mis labios en tu boca.

Fue mi muerte.
Una caída paulatina.
Al agujero negro de la vida.
Imágenes quemadas.
En mis retinas cansadas.
Mi corazón de fábrica.
Mis labios huérfanos.
Mi cuerpo intacto.

Caronte me rechazó.
Volví a la tierra.
Con un agujero en el pecho.
Y las manos dormidas.



Y casi sin quererlo.
Cambié mis ojos por otros.
Mudé el pellejo.
Y donde había herida.
Tatué partida.
Caminos de versos.
Horizontes de estrellas.

Y volví al ruedo.
De la vida.

Cambié de nombre.
Sangre nuevas almas.
Y te olvide en mi cuerpo.
Renuncie a tu carga.

Y ahora...


Que mañana nos volvemos a ver.
A mi sin querer.
Se me derramaron las palabras.

Ya no te quiero.
Ya no me sangras.
Por eso.
Hoy te libero.


De mis entrañas.

domingo, 11 de julio de 2010

Mi sangre.


Mi brazo.
Sucesión de caminos.
Venas al aire.
Rios que fluyen.

A veces sangro.
Gotean las excusas.
La vida se me escapa.

Entre versos.

Y en suspenso.
Pienso.
¿Cuántos me quedan?

¿Necesitaré donantes.?
Para seguir con este juego.
O callarme.

Por ahora.
Sigo sangrando.
Sigo viviendo.
Sigo soñando..

Hoy es el día.


Pujol.
En el centro del campo.
Sorteando.
Las cámaras.
Consolando a cada adversario.
Él era el protagonista.
De un momento único.
Pero eligió no salir.
Porque supo sentir.
A cada momento.
El llanto en los ojos ajenos.


Son un equipo.
Por encima de nombres.
Y pronombres.
Brilla una estrella común.
Esa es la luz.
Que puede culminar en desborde.


A pesar del tiempo y sus consortes.
Nos sobran heridas.
En este momento.
En que un único espíritu.
Sobrevuela nuestros cimientos.


Desperté inquieto.
Hoy.
Es el día.
Después de tres poemas.
Y mucha alegría.


Son muchos los latidos.
Que aguardan expectantes.
Son muchos los amigos.
Que posaron sus ojos en este delirio.



Y hoy.
En este momento.
En que la sangre me quema.
Sé que asociaré para siempre.
Este torrente.
A cada uno de vosotros.


Y sé que podemos.
Soñar despiertos.
Vivir las estrellas.
Sentir los deseos.
De los labios ajenos.


El pecho abierto.
Estadio de mi sentimiento.
Abierto a quien venga y grite.
Su nombre.
Su origen.
Hoy todos sois historia.
De mi memoria.

sábado, 10 de julio de 2010

El contenido de mis bolsillos.

Sigue sin dueño.
Este hemisferio.
De mi.



¿Piensas salir?
Te regalo un porvenir.
Un cielo de nombres.

Una historia.
Un entonces.
Un caballo alado.

Unos acordes incendiarios.
Un labio.
Al que dirigirte.

Una pregunta sin respuesta.
Una cadencia de cielos.
Un pronombre.

Una metáfora abierta.
A cada sonrisa.
De ti.

Un mapa de mi piel.
Un después de mi alma.
Un cúmulo de magia.




Esto es todo.
Lo que tengo.
Para ti.

viernes, 9 de julio de 2010

My way.

El perfil de tu vientre.
Es territorio abierto.
A la vida.


De cielo despejado.
Camino repoblado.
De cada beso de mi boca.


Satélite de labio.
Culminando tus esferas.
Desoyendo las quimeras.


Que hablan,
de un mundo.
Mas allá de tus piernas.






No existe.

Mirror.


El tiempo continúa denso.
Al labio le sobran dos argumentos.
El solsticio de verano.
Se quedó encerrado.
Entre mis manos.

Y yo que no sé donde partir.
Si al sur de tu reflejo.
O al norte de mis recuerdos.

Quizás opte por reinventarme.
Entre acordes y desacuerdos.
De mis careos.

Con el otro cuerpo.
Víctima.
Del encierro de los espejos.

miércoles, 7 de julio de 2010

Podemos.


Si, rompimos la historia.
Aún recuerdo los cinco segundos de silencio.
El aire concentrado en los espacios.
De pie, hombro a hombro con mi hermano.


Y ese siete de pelo alborotado.
Chuta el balón.
Que dicho sea de paso, se alía con la historia de desastres.
Enfocando los dos palos.
Últimos desagravios del destino.

Rompieron todas las voces.
Las banderas ondearon convencidas.
Yo abrazado a mi hermano.
Que aunque seis años menor.
Tampoco conocía esta variable de alegría.

Incluso antes del final, hubo lugar para la épica.
Pero cuando el balón quiso enmendar,
El destino novicio de nuestra memoria.

Apareció el alma de cancerbero,
En las palmas de las manos,
De nuestro portero.

Y pitó el árbitro.
Modificando el tiempo sus pautas.
Sonrieron niños y abuelos.
Y la tensión del momento.
Se liberó a grito del pueblo.

Las fuentes abrieron sus brazos.
Y el cielo acercó sus mejillas,
Para besar palmo a palmo cada herida.

Millones de pupilas adaptaban sus recursos.
Al nuevo organigrama del juego y la jugada.


¿Y ahora que?
Después de la cruzada…….


Amanecimos en un nuevo escenario.
Sólo hay que ver el paisaje de mi barrio.
Banderas colgadas en cada terraza.
Emocionado muestrario.
De emociones compartidas.

Sí, estamos a dos pasos.
De conquistar una porción de utopía.

Que por otra parte no supondrá.
Un cambio sustancial en nuestras vidas.
Pero si un nuevo apunte a la memoria colectiva.
Un motivo para ser inmortal en cada sonrisa.

Y hoy me desperté.
Con ese cosquilleo presente.
Que provocan los momentos únicos.

Y en mi camino a la parada de metro.
Me detuve en cada mirada.
De cada persona que conmigo se cruzaba.

Vi mas de diez camisas rojas.
La ilusión inyectada en las pupilas.
Desde primera hora de la mañana.

Y las horas pasaran despacio.
Pesadas.
Casi sin ganas.
Hasta que llegue la hora fijada.

Ocho y cuarto de la noche.
Cuando me enfunde la camiseta.
Con el diez a la espalda.
Porque aunque hoy no juegue.
Fabregas esta siempre presente.


Y esperaré impaciente.
Un nuevo abrazo con mi hermano.

Recordando.

Poniendo cara y nombre a cada latido.

Por eso primero, estará presente mi sobrino.
Unay.
El niño mas bonito del mundo.
Vestido de rojo y azul.
Desbordando de luz.
Con apenas dos meses.


También Keyla y Juana.
De pasión desbordadas.
Su magia, sus banderas.
Sus sentimientos emblemas.

Pao.
Hada libélula.
Celeste hasta la melena.

Carmen y nuestra promesa.

María y su tigre.
Que espero reluzca hoy sus pinturas de guerra.

Angelines y su entusiasmo.

Sabina y su magia de hada.
Porque me cuentan.
Que hasta en Miskia hoy visten de rojo.


Y un latido por cada uno de vosotros.
Que sois tantos.
Y tan queridos.

Sigamos apuntando a delirio.
Y ojala os deba otro poema.
Para este domingo…..



martes, 6 de julio de 2010

Questions.

¿De dónde procedes?
Que vienes y descoses.
El curso de mi sangre.
El idioma de mi vientre.

¿Cuáles fueron tus caminos.?
Tus horizontes partidos.
Que te deslizaron.
Hasta mis brazos.
Sin cielo mediante.
Sin prorroga de sueños.
Intacta desde el suelo.

¿Eres tú?
La dama del viento.
La insignia de mi pecho.
Al descubierto.
La lluvia mediante.
Entre dos párpados.
Gigantes.


¿Eres tú?
La fragua de mi deseo.
El jardín del sendero.
El verbo al que deslizarme.
Cuando escapar, quiero.


Dime que sí.
Y ordeno a mi alma.
Retirada.
Del mundo y sus campanas.


Dime que sí.
Y atravieso los candados.
Del presente descuidado.


Para dibujarme una sonrisa.
Que incomode a los acordes.
De mi aliento sin tu brisa

lunes, 5 de julio de 2010

Declaración de intenciones.

Para cualquier inicio, tu boca.
Tu labio como punto de partida.
De cualquier quimera.
De cualquier locura.

Cielo partido.
Horizonte prohibido.
Delirio de seda.
Recurso de la primavera.

De tu piel.

Que se muestra.
Que me invoca.
Al encuentro.
De tu cuerpo.

Y voy a coparte.
Coronando a labio cada hombro.
Despejando tus senos de ataduras.
Resumiendo tu hermosura.
Entre mis brazos.

Cabalgando a lomos de mi fuego.


Quiero que sientas.
Cada parte de mi cuerpo.
Como tuya.

Te doy mi vida.
En cada latido de mi sexo.


Ardiendo lo que queda de mi alma.
Penetrando los rincones.
Del deseo.

domingo, 4 de julio de 2010

Hastío.

Se escapan las horas.
Sin colchón de labio.
Sin cobertura de cielo.


Se escapan sin piedad.
Mientras las paredes sangran.


Y yo aquí.
Sin destino.
Sin antifaz de delirio.


Caminando descalzo.
Por la calle sin premio.
Sin fe, las farolas.
Opacos los semáforos.

La ciudad es una piel sin memoria.

¿Que fue del idioma?
Que todos callan.
Que nadie batalla.
En esta hora.


En que el tiempo se me muere.



En cada mirada.

sábado, 3 de julio de 2010

Rompiendo la historia.


México 86.

España-Bélgica.
Cuartos de final.
Yo tenía ocho años.
Observaba mientras cenaba, como mi padre miraba nervioso el partido.
Una energía especial copaba el salón de mi casa.
Final del partido.
Prórroga.
Penaltis.
Y mi padre me manda a la cama.
"Tienes que dormir."
No le hago caso.
Y escondido detrás del sofá, miro a Eloy colocar el balón en el punto de penalti.
Falla.
Enfocan las caras de la gente.
Alegría y decepción.
Los belgas no fallan.
Y salimos eliminados.
Me quedo atontado viendo como un hombre pintado con los colores de España llora...
Aquella noche me costó dormirme.
Y sentí pena.

EEUU 1994.

España-Italia.
Cuartos de final.
Dieciséis años.
Recuerdo que después de la comida no me podía dormir.
Pensando en el partido.
LLaman al timbre.
Son mis primos.
Traen helados y frutos secos para el partido.
Vivimos juntos la tensión, toda la familia.

Julio Salinas, sólo.
Los centrales italianos se paran, no llegan, es un mano a mano con el portero.
Falla.
Silencio.
A la siguiente jugada Roberto Baggio marca.
2-1.
Muere el partido.
Mueren nuestras ilusiones.

Con el tiempo casi cumplido.
Le rompen la nariz en un penalti clamoroso a Luis Enrique.
Mas silencio.
El árbitro pita.
Final del partido.
Las cámaras enfocan a Luis enrique.
Atendido por un médico de la selección y llorando desconsoladamente.

Esa imagen se me quedó grabada en la retina.
Y todavía hoy la recuerdo.

Mundial de Corea y Japón 2002.

Corea-España.
Cuartos de final.
Veinticuatro años.

Recuerdo que el partido, era a primera hora de la mañana del sábado.
Pusimos el despertador.
Nos sentamos ante el televisor mi hermano, mi padre y yo.
Yo tenía la muñeca rota, (me la rompí jugando al futbol el día anterior).
Apenas pude dormir por el dolor.
Comienza el partido.
Corea presiona cada balón.
Y nos cuesta crear ocasiones.
Empieza a planear el pesimismo, mezclado con gotas de victimismo..."seguro que nos van a joder" grita mi padre.

Gol anulado a Morientes.
El juez de línea, entiende que el balón salió fuera, en el centro preciso de Joaquín.
Comienza la debacle.
Se advierte en los rostros de los jugadores, el desasosiego.
Llega la prórroga.
Y después los penaltis.

Yo me salgo de la casa.
No puedo seguir viendo.
Son cerca de las 11:00 de la mañana, si mal no recuerdo.
Y en las aceras no hay ni un rastro de vida.
Sólo el canto de los gorriones interrumpe el silencio.
Toda la gente pegada al televisor...

Ni un grito de júbilo.
El silencio me cuenta que España perdió.
Camino sin rumbo por unos minutos.
Me encuentro a un vecino con su perro.
Me da el pésame.
Y yo como no sé muy bien qué hacer.
Me voy a buscar a mi amigo David.
Y nos vamos a dar una vuelta.
Nos tomamos un par de cervezas.
Mientras nos acordamos de la familia del juez de línea, del árbitro y de la mala suerte.



Hoy la historia puede cambiar.


No estoy nervioso.
Quizás un tanto emocionado.
Por asistir a la apertura del círculo.
Y superar el límite.
Que nunca pudimos rebasar.

No es futbol.
Es vida.
Es símbolo.
Es querer.
Es poder.
Es soñar.