lunes, 30 de noviembre de 2009

The Magician.

No se si fue por escuchar 16 veces seguidas la misma canción, o por traer siempre al presente de indicativo, el mismo recuerdo de un pretérito anterior.
Quizás también influyo de manera decisiva mi suplica repetida e insistente a la luna, y por ende a todos los astros celestes que mi mirada telescopio podía abarcar.
Quizás fue el texto memorizado de mi libro de cabecera, o mi parentesco de sangre con el ingenioso hidalgo Don Quijote.
Quizás fue mi alma rota, echa jirones de sueños incumplidos.
Quizás fue mi manera de besar, como si cada labio fuese el último labio, como si cada verbo fuera el último verbo..
No se que grado de alquimia operó, pero después de aquel sueño de estrella temprana, de cielo florido y noche infinita, nací de nuevo.
Aquella mañana de diciembre, con los sentidos desbocados, me sorprendí leyendo runas y sabiendo nombrar cada cosa por su nombre primitivo.
Sorprendido, abrí las ventanas al conocimiento que antes estaba oculto, y descubrí el idioma de los pájaros, y sentí el murmullo de las plantas.
Y pronto me vi, moviendo objetos con tan solo desearlo, leyendo las mentes de los viandantes, con tan solo un pestañeo de voluntad.
El poder era una descarga eléctrica, desatada por mi columna vertebral, mi cerebro era el pararrayos de esa fuerza desconocida y oculta, y el mundo un abanico de posibilidades.
Pronto me hice con un nombre al que respetar, y cada tarde en aquel teatro, abría los ojos a 100 espectadores mortales.
Sus bocas abiertas, su mirada fija, y su emoción contenida, eran la savia que nutría aquel lugar etéreo, del cual manaba la magia de mi alma.
Jamás encontré oposición ninguna, por parte de ninguna criatura mística, que anulase mi poder.
Entonces llegó ella, su silueta, en mitad de la penumbra del patio de butacas, me turbo enormemente, fue como si todos los adjetivos que definiesen la hermosura hubieran ido a descansar sobre su pecho, como si sus caderas fueran el ultimo lugar donde agarrase antes de que aconteciese el fin del mundo.
Entonces su mirada me miró y mi magia se esfumo......poderosa Afrodita.

domingo, 29 de noviembre de 2009

The invisible man

Frente al espejo, cara a cara con mi imagen repetida, fantaseo con el deseo de desaparecer, de pasar desapercibido ante los ojos de la gente.
Mi imaginación se pone a trabajar, escribiendo el guión de esta historia, un puñado de palabras que describan el sentir de un hombre invisible.
El día comenzaría con una declaración de intenciones, así en mi nuevo estatus de hombre invisible, abriría la ventana de par en par y desnudo contemplaría el sol, retransmitiendo los primeros rayos de la mañana.
Antes de que el frío calara cada rincón de mi piel, correría a resguardarme bajo un torrente de lágrimas ardientes, improvisando canciones, utilizando la ducha como micrófono...
Tras la ejecución intachable de tres temas de mi nuevo disco, abandonaría aquel escenario improvisado, toalla en mano, y en un último segundo antes de salir, verificaría mi condición de hombre invisible, al contemplar el cuadro del espejo y no figurar dentro de él.
Café en mano, trazaría sobre la mesa del salón, los movimientos de ese día...primera parada tu cuarto.
Porque siempre fantaseé, con la idea de contemplar tus minutos en ausencia de mi.
Ya en la calle, detendría mi mirada en los ojos de la gente, posándola sin reparo, de un rostro a otro, descartando la timidez del hombre visible que antes fui.
Una vez dentro de la boca de metro, saltaría los tornos de entrada, delante de la cara, de aquel vigilante de seguridad con la mirada perdida.
En el corto trayecto hasta tu parada, leería sin pudor ni escrúpulo, el periódico del señor sentado a mi derecha.
Ya en tu portal, aprovecharía la salida de tu vecino del cuarto, para colarme escaleras arriba y plantarme frente a tu puerta.
Mi dedo invisible apretaría tres veces el timbre.
Mitad desconcertada, mitad sorprendida, abrirías la puerta, advirtiendo que no hay nada mas allá, que el hueco de la escalera.
Yo ya estaría a tu espalda, recorriendo con la mirada, aquel tramo visible del camino de lunares de tu espalda.
Tu girarías tus pasos, sin advertir mi presencia y ajustándote la bata, servirías un poco de café en tu taza.
Sentada en el sofá del salón, detendría mi mirada en tus labios, y en esa manera de parar el tiempo que tienes al beber una taza de café.
Mis pies te seguirían hasta la ducha, arrojando mi ropa invisible, y tomando mi segunda ducha del día.
Multiplicaría mi percepción por cien, viajando a lomos de cada gota, surcando cada centímetro de tu cuerpo, verificando las coordenadas de la hermosura, en cada gesto de tu piel.
Ya fuera, asistiría a la ceremonia de la elección de vestuario, viéndote de 5 maneras distintas...asistiendo como espectador, a aquella jugada magnífica, a aquel repoker de belleza.
Y cuando sólo te quedase la elección de los pendientes, te susurraría un te quiero invisible al oído, saliendo de tu casa por la ventana...

sábado, 28 de noviembre de 2009

Master of puppets.

Siempre tengo una sensación de nostalgia al enfrentarme a la última página de un libro.
Después de crear vínculos con los protagonistas de la historia, de echar raíces en el territorio que se desarrolla la acción.
La melancolía va ocupando los vastos territorios de mi mente, y mientras la historia va llegando a su fin, rememoro el principio, la presentación de cada uno de los personajes que copan ese mundo.
Empezando por las descripciones físicas, que planean por mi imaginación, son los primeros envites del creador.
Después el uso y disfrute, el buceo paulatino del sentir de cada criatura que puebla este universo, es en ese momento, cuando desconecto de la realidad, y disfruto cada pincelada de alma.
El creador entonces juega a ser Dios, poniendo a su servicio, espacio y tiempo, dominando cada centímetro de sus creaciones,creando conexiones, escondiendo y mostrando, alternando pasado, presente y futuro.
Él es el verdadero homicida del tiempo, y yo soy su marioneta.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Free Hugs

Recuerdo un verano de hace un par de años, iba paseando por el centro de Madrid, distraído, agarrado al cordón del globo de mis pensamientos.
El semáforo cambió de color, parada obligada, mi mirada enfocó durante 5 segundos la cera de enfrente, y entonces la ví, llevaba un cartón con unas palabras escritas, que a distancia y con mi mirada a medio enfoque, no logré descifrar.
Solté el globo y se perdió en el firmamento, toda mi atención se concentró en aquellas palabras, cambio de color, camino rápido entre la gente, y el mensaje comienza a aparecer nítido ante mis ojos: "Free Hugs".
Entonces tomo conciencia de lo triste del genero humano, de lo pesadas que son las cadenas que nos atan al suelo, de lo lejos que quedan los sueños. Allí parada una chica regalando abrazos, y nadie se detiene, una riada de rostros sin nombre, que pasan de largo.
Cuando mi cuerpo esta en paralelo al suyo, me giro y la abrazo, siento su calor, y me cala hasta los huesos su mensaje.
Gracias me dice, y yo le contesto: "no, gracias a tí"

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Pilow

Mientras lucho a mano partida con el embozo de la cama, acerco la lamparilla y cojo un libro.
Son los últimos momentos de este día, mientras al otro lado del cristal, la luna despliega su ejercito de estrellas.
Ya tapado y con el libro en las manos, buceo entre capítulos, mientras hago anotaciones mentales, de frases que llaman mi atención.
Pero el sueño poco a poco se va filtrando por el cabecero de la cama, y me abraza, consumiendo mis últimos momentos de vigilia.
Acepto el envite de Morfeo, y cierro el libro, mientras se tiñen de oscuridad las paredes de mi cuarto.
Y es en ese momento cuando me abrazo a la almohada teñida de ausencias, confesora incansable de mis desventuras.
A ella le cuento todo lo que callo el resto del día, destapo la caja de Pandora de mis secretos, y los comparto boca a boca, sueño a sueño.
Porque lo que calla mi vigilia, lo confiesa mi sueño, y ella es amante de los dos.

Magic Shower

Salgo de la ducha, con las gotas echando carreras por mi piel, el vapor hizo del espejo una nube, y no me reflejo en el cristal.
Descarto de antemano la posibilidad de haberme convertido en un vampiro, porque aunque tengo una obstinada debilidad por morderte cada lunar del cuello, la sangre me sigue dando repelús.
Desintegro la nube con la palma de la mano, y me reencuentro conmigo mismo al otro lado del cristal.
Agarro el cepillo de dientes, y comienzo a cepillarme de manera mecánica, mientras simultaneamente, mis ojos deambulan por los recovecos de cada esquina de la encimera.
Alineados como un ejercito, están los frascos de colonia,desodorante y aftershave, cuerpo de élite indispensables, cuando la guerra del afeitado ha dejado daños colaterales en mi piel.
Mi mirada se desvía un segundo a la mampara, y allí tirado, en el centro de la bañera esta el bote de gel, con la mirada de un bebe sonriendo, aquella imagen provoca una sacudida en una zona específica de mi cerebro, y una serie de recuerdos de mi infancia, se amontonan, luchando por salir.
Cierro los ojos y los libero, mientras siento como corretean libres por cada rincón de mi memoria.
Durante cinco minutos me reconcilio con el niño que un día fui, y me dejo llevar de la mano a un mundo mágico, un mundo acotado por el juego y exento de preocupaciones mundanas, donde mi cuarto era un portal abierto a la imaginación, donde la calle era un territorio plagado de posibilidades, y la felicidad tenía forma de balón.
Tu boca me saca de la ensoñación, desplazándose por el cuello hacia arriba, mordiéndome el lóbulo de la oreja, mientras arrojas la ropa que te queda al suelo y entras en la bañera.
Entonces es cuando yo opto por regresar al mundo adulto, y dejarme guiar por el ritmo de tus caderas hacia la locura.....

martes, 24 de noviembre de 2009

Afternoon snack

Dos terrones de azúcar, dos cubos perfectos que caen al vacío, endulzando el aire, en un último suspiro, antes de hundirse en este mar café con leche y convertirse en vestigios de un naufragio dulce.
Una cuchara de plata, desata un remolino, en un movimiento circular, el aroma a café asciende sin limites, inundando la estancia, provocando el incendio de los sentidos.
En el centro de la mesa un plato con dos medias noches, y enfrente tú.
Yo me detengo en cada movimiento, posando la mirada en los cuadros del mantel, dejando que vuele libre, saltando de un color a otro, mientras planea, hasta estrellarse contra tu piel.
Y recorreré tu cuerpo de lado a lado, mientras almaceno en la memoria cada gesto, fotografiando el movimiento de tu mano al acercar la taza a tus labios.
Y tus palabras se derramarán provocando el ocaso de la tarde, tiñendo de sangre el firmamento, escribiendo los primeros apuntes del anochecer.
Y cuando sólo queden las migas en el plato, y el aroma del café se haya evaporado, te susurraré al oído, el mapa de ruta de la noche....primera parada: tu cuerpo...dejate llevar...

lunes, 23 de noviembre de 2009

Sad Melody

La noche planea a sus espaldas, mientras camina distraido por una tormenta de pensamientos, de imágenes repetidas que circulan por su mente, son las lineas argumentales de este lunes de noviembre.
Saluda con gesto tímido a un vecino que se cruza en su camino, acelera el paso, no quiere detenerse en una conversación tribial, en un intercambio de palabras políticamente correctas, insustanciales, grises,como el pavimento que se despliega ante sus pies.
Siempre recorre el camino que separa la boca de metro de su casa con celeridad.
Ya en casa, rescata una cerveza de la nevera y activa el buzón de voz del teléfono: cero mensajes, la voz artificial al otro lado de la linea, le confirma que sigue viviendo en Marte.
Y entonces se prepara para el momento mas esperado del día.
Sentado frente al piano, desata los brazos, sintiendo un hormigueo que le baja desde el cuello hasta la punta de los dedos, son punzadas de inspiración.
Latigazos que acuden en oleadas a la boca del estomago, y le impulsan a recorrer las teclas, en un movimiento frenético.
No necesita pentágrama, porque es su vida lo que va destapándose en cada nota.
Ella lo ocupa todo, esta en todas partes, en cada rincón de su mente, imágenes superpuestas de su sonrisa, de sus labios, de su pelo...imágenes rescatadas de un pasado reciente, en donde sus manos resbalaban tocando aquella sinfonía, donde las notas eran caricias, donde aquel cuerpo de mujer, era el instrumento musical mas bello del mundo.
Y en mitad de la noche la evoca, intentando acortar en un frenesí de notas repetidas, la distancia que les separa....aquella linea atemporal y eterna que separa la vida y la muerte.
La luna testigo mudo, derrama una lágrima, que se convierte en estrella.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Bloody Mary

Camina lentamente, tanteando el empedrado de la calle, afirmando sus intenciones, en el fondo esta su destino.
Porque la noche se muere y el quiere beberse a sorbos el ultimo trago previo al amanecer, allí.
En la puerta de entrada del pub, una inscripción sacada del infierno de Dante, mientras la lee piensa: " es cierto, quizás no haya esperanza".
Arroja su cigarrillo en un último movimiento, y desciende al primer circulo del infierno.
Bajando torpemente las escaleras, desemboca en un ambiente viciado por el humo y la colonia barata.
En frente un barman teñido de lamparones lo saluda, ofreciéndole un asiento reservado, un billete de ida a la perdición, mientras acaricia la botella que descansa entre sus manos.
El se acomoda y sus labios pronuncian: "Bloody Mary", mientras en dos movimientos se desabrocha la chaqueta, dejando todas las heridas abiertas.
Antes de probar el primer trago, le hace un boca a boca al olvido, rescatando recuerdos que son cristales, que laceran cada rincón de su piel.
Por eso siempre pide Bloody Mary, porque allí, en aquel lugar cada dos noches se desangra y necesita sangre fresca que mantenga sus constantes vitales.
Suenan los acordes de piano de las 3:00 de la mañana, y como un ritual programado, dos piernas extremadamente largas avanzan desde aquel rincón, dos piernas embutidas en medias de rejilla y minifalda negra.
Su nombre de guerra es Carla, apenas tiene quince minutos entre un cliente y otro, y ella se desangra también.
Por eso sus labios pronuncian: "Bloddy Mary", y al escuchar esas palabras él se gira, y sus miradas se cruzan.
Porque en el infierno de las almas ajadas, donde al consuelo tiene nombre de cóctel, también hay sitio para le esperanza.
Aunque sea efímera, aunque sólo dure 15 minutos, tiempo mas que suficiente para que dos criaturas malheridas, a golpe de desengaño, se laman las heridas...una vez mas.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Homeless

El tiempo se derrama en la calle, se retuerce en jirones por las esquinas, dedicándole especial atención a cada transeúnte.
Hay tipos disfrazados con chaqueta y corbata y móvil en la mano, para ellos se convierte en átomo viajando a la velocidad de la luz, sin concesión al arte, sin gestos a la galería, una sucesión de acciones mecánicas, de palabras de un guión cerrado a la improvisación.
Ahora se detiene en el semáforo, luz verde, y danza a través del paso de cebra tocando las caras de la gente, disfrazándose de ecualizador de los diversos estados de ánimo, y disfruta sintiendo el poder infinito de sus manos.
Continúa su recorrido y susurra canciones a los arboles del parque, y estos le responden creando una lluvia de hojas de colores.
Pero ahora toca detenerse, toca transformación, modifica su estructura etérea y se convierte en piedra, en losa, en figura hierática del destino.
Se funde con dos ojos azules, con dos océanos inmensos que observan el horizonte, sin mas esperanza que la de volver a despertar.
Porque a aquel hombre, de cabello cano, ojos azules y arrugas profundas como la corteza de la tierra, el tiempo le cayó del cielo un día, aprisionándole la existencia, convirtiendo su vida en una sucesión de momentos repetidos.
Desde que se vio en la calle, sin mas techo que el mismo cielo, sin mas abrigo que su soledad...afila su guitarra, da un trago a un cartón de vino, y mientras siente el liquido salvador calentándole las entrañas, entona la canción de los desarraigados, de la puta vida, de las piezas sobrantes del puzzle de la sociedad.
Mientras canta, mira de reojo el libro que descansa entre los cartones: " A Christmas Carol de Charles Dickens", y suspira, mientras espera el milagro de que aparezca un Ebenezer Scrooge renovado, que le invite a cenar....
¿Algún voluntario?

jueves, 19 de noviembre de 2009

Another working day

Caminando por la calle, con la mañana abierta, el sol juega a ser Dios y alimenta cada rincón de la tierra. Sus rayos acarician mi piel e inyectan vitamina en cada rincón de mi cuerpo, y sonrío, no hay un porque, no hay una razón, simplemente la risa.
Y camino por la pasarela que conecta los distintos momentos de este día, a la espera de encontrarte detrás de los rostros de la gente, porque siempre hay un as en la manga del destino.
Mientras apareces, voy descorchando las botellas de carpe diem, porque hay múltiples maneras de escapar al formato reducido del día a día, haciéndole burla a la rutina, liberando mente y cuerpo en una danza singular.
Porque me gusta desconectar, escalando rutas alternativas al aburrimiento, inventando palabras, subiendo y bajando el ascensor que conecta el mundo real y este rincón.
Y esto que ahora te dejo aquí anotado es mi espada, es mi lucha, son un puñado de minutos de gloria que conquisté en el prime time del programa de lo cotidiano.......Porque hoy es jueves, y quiero volar.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Living in London

La noche iba cayendo, planeando por nuestras cabezas, acechando en todas direcciones, mientras caminabamos buscando ese lugar.
Ese lugar se llamaba " Living in London", yo iba conversando contigo y tu voz y mi voz lo ocupaban todo, no había mas, así que las calles eran sucesiones numéricas sin mas sentido que la de ser espectadores de nuestros pasos...paramos y de repente nos vimos perdidos.
De algo sirve la tecnología así que yo buscaba la dirección en mi mp3 mientras tu llamabas por teléfono, entre los dos encontramos el numero de la calle y continuamos el camino.
La conversación era la misma, pero nuestros pasos eran mas seguros.
Y llegamos, y mientras esperábamos nuestro turno para sentarnos en una mesa, yo desataba mis ojos y dejaba que mi mirada navegase, captando cada rincón de aquel lugar.
En la entrada un pequeño mostrador, y unas estanterías repletas de productos, era una pequeña tienda improvisada.
Caminado unos metros mas, una barra a la derecha y al fondo unas cuantas mesitas, para poder disfrutar de té y trozos de tarta...
Entre frase y frase de tus labios a los mios, llegó nuestro turno y nos sentamos en la última mesa al fondo.
Era un espacio reducido, en el que si la mesa no tuviese base, nuestras rodillas chocarían.
En la mesa había terrones de azúcar, de azúcar moreno y de azúcar en pequeños cristalitos.
Llega el momento de pedir, yo agarro la carta y me cuesta decidir que té tomar, pero al final me decido por el "First Love", y mientras mis labios pronuncian el nombre a la camarera, pienso que es un nombre propicio, por que quizás ese sea un primer amor entre el té y yo, porque normalmente sólo tomo café.
Además pedimos tarta de naranja para compartir.
Y llegan nuestros tés, y un trozo de tarta de dimensiones Herculeas, abres tu tetera y el aroma se propaga en múltiples direcciones, repito el mismo movimiento y la mezcla de olores dibuja un escenario exótico, y pienso que el té ya conquistó el primero de mis sentidos: el olfato.
En un movimiento delicado servimos el liquido aromático en las tazas y añadimos un par de terrones a la pócima.
Acercamos las tazas en un movimiento paralelo a nuestros labios y allí el té conquista mi segundo sentido: el gusto.
Acto seguido, después de probar un trozo de tarta de naranja, y de comprobar como el bizcocho se deshacía en mi boca mezclado con virutas de naranja, caí en un estado de goce repetido, y comprobé como la felicidad se esconde y te sorprende en momentos como ese...

¿Quién dijo que la felicidad no existe?

domingo, 15 de noviembre de 2009

Music

Aquí estoy, sentado frente al ordenador, agarrando con la mano derecha el ratón, busco en mis documentos/música y elijo una canción.
Silencio, como en cualquier comienzo sólo hay silencio, después los acordes avanzan, las letras resbalan y yo tatareo...un cosquilleo se propaga por los puntos vitales de mi cuerpo y me sumerjo, preso de los instrumentos musicales. El significado de la canción penetra bien dentro y me siento parte de la historia, que resuena fuerte, dentro y fuera, invadiendo territorios del entorno, taladrando a golpe de estribillo mi corazón.
Y me siento protagonista de esta historia cantada, y me imagino y me pierdo detrás de las guitarras.
Me enamoro de tu voz, de tu presencia, tan cerca y tan lejos...porque yo te tengo aquí conmigo, ocupándolo todo y tú ¿dónde estarás? ¿ que pensabas mientras compusiste esta canción?. Hoy quiero decirte que tus versos me atan cerca, abriéndome los ojos, y vuelo impulsado por los acordes, mientras tu voz susurra secretos en mi oído.
Porque la música conecta con la esencia de mi cuerpo, ese lugar en donde habita el alma, el cuartel general de la maquina de los sueños que trabaja sin descanso, sin horarios, día y noche, vomitando guiones de esta historia eterna que es mi vida.
Y yo me siento vivo cada vez que descubro un nuevo acorde, una nueva canción.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Despedida

El reloj de la estación marca las 23:00, las azafatas a pie de vagón miran a izquierda y derecha a la espera de un último viajero con retraso.
Nuestra protagonista acomoda la maleta y se sienta, nunca le gustaron las despedidas, pero al comprar el billete por internet, marco la opción de ventanilla, pensando en este momento.
Enfrente esta él, con su abrigo gris claro y su pelo despeinado, suena el silbato y aprieta los puños, por un segundo fantasea con la idea de bajarse del tren y enredarse entre sus brazos una vez mas...pero es demasiado tarde y el tren comienza a moverse.
El sonríe y persigue trotando la marcha del tren, corriendo en paralelo, agarrando las últimas imágenes de ella antes de que la distancia se imponga, repartiendo promesas al aire, gritando te quieros de ultimo minuto.
Ella manda besos al aire, y los impulsa a golpe de latido, mascullando palabras de amor, pero todo pasa muy deprisa y en apenas unos segundos la distancia se impone.
Mientras se acomoda y saca los cascos de su mp3, piensa que la distancia es un intervalo de tiempo, apenas un instante, un suspiro cuando es una despedida a pie de estación, irrisoria cuando se convierte en un beso de despedida en un portal, cuando se disfraza de última canción....pero mientras la melancolía le ofrece este abanico de adjetivos, ella prepara una buena defensa, y dibuja una sonrisa enorme mientras piensa, que la distancia puede ser eterna también..
"Es eterna cuando hacemos el amor"... y poco a poco se va quedando dormida, abrazada a esa idea...

jueves, 12 de noviembre de 2009

Mens sana in corpore sanum

El público grita, las guitarras eléctricas encendidas, sube la temperatura y el vocalista agarra el micrófono como si fuera su amante y susurra palabras que hacen enloquecer a la marea humana...son los acordes de una nueva canción.
Nuestro protagonista evoca cada canción como si su cuerpo estuviese allí, en las primeras filas del concierto que resuena en su mp3...los ojos cerrados y el corazón latiendo desbocado.
La música en directo es su compañera inseparable en esa hora que dedica a machacarse en el gimnasio.
Lo suyo no fue un amor a primera vista, mas bien una prescripción médica de obligada rehabilitación.
Mantiene los ojos cerrados mientras pedalea en una bici estática, a cada pedalada un golpe de baqueta, cada solo de guitarra una motivación.
La garganta se reseca y abre los ojos, para agarrar la botella de agua que descansa en el suelo. Algo capta su atención.
En el fondo, haciendo estiramientos en una espaldera esta ella.
Levanta la pierna y la apoya en el esqueleto de la espaldera, sus manos tocan la punta de los pies, dejando sus caderas a descubierto.
Él, traga saliva, y la mira, su mirada se posa en la parte izquierda de su cuello y va descendiendo, recorriendo despacio cada rincón de su cuerpo, mientras una gota de sudor resbala por su frente, incendiando de deseo cada poro de su piel.
El marcador electrónico de la bicicleta protesta, e indica una subida desorbitada de pulsaciones por minuto.....nuestro protagonista observa el dato con una sonrisa divertida, y en un movimiento rápido se baja de la bici.
Con paso firme avanza los metros que le separan de ella, mientras piensa un pretexto para hablarle, siente un hormigueo que nace en la nuca y que desciende a intervalos irregulares por la columna vertebral....
En el último segundo, cuando se encontraba a tan sólo dos suspiros de distancia, se gira en un movimiento brusco y dirige sus pasos al servicio.
Allí abre el grifo del agua y se lava la cara, mientras maldice su indecisión, su mente navega perdida, reproduciendo cada movimiento de su cuerpo, cada segundo de aquella coreografía perfecta que eran sus ejercicios de estiramiento.
Cierra los puños, y concentra toda su energía en volver allí y hablarle, decirle con los ojos que quiere hacerle el amor....pero ya no está, y el gimnasio se ha transformado en un cubo mecánico de aparatos sin alma, que repiten sonidos artificiales.
Coje su toalla, la llave de la taquilla, y se lanza en una carrera suicida escaleras abajo....ni rastro de su pelo, de sus mallas ni, de su camiseta amarilla.

Mientras camina de vuelta a su casa, se detiene en un parque, y sentado en un banco, con una mano ajusta el volumen de la última canción...mientras con la otra remueve la arena del suelo, como queriendo encontrar la piedra filosofal que marque las coordenadas de sus labios..

Y piensa: "otra batalla perdida"...

7:45 de la mañana,se abren las puertas del tercer vagón del metro y nuestro protagonista entra corriendo en un último suspiro, antes de que se cierren, sudando, en una mano un libro, en la otra el abrigo y la bufanda.... Hay un asiento libre, torpemente intenta acomodarse y sus rodillas chocan con las rodillas de alguien...de sus labios cuelga de puntillas una disculpa, cuando levanta la mirada y allí esta ella.....¿quién dijo que no existían las casualidades?

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Noche marciana

Salgo del cine a las 00:00, aún resuena el eco de la banda sonora, cierro los ojos y veo títulos de crédito cayendo al vacío.

El ambiente íntimo de la sala de cine desemboca en un escenario de noche abierta, de carretera con semáforo en rojo, de silencio repetido. Me da la impresión de que salí por la puerta que no era y desemboque en Marte, todo lo que me rodea me parece extraño, mis párpados vencidos contribuyen a esta sensación de duermevela.
Ni un alma en la calle, mis ojos buscan una señal de vida en este planeta rojo, ¿dónde están los gatos de los callejones?
Cruzo la carretera y me adentro en mi calle, haciendo equilibrios sobre el bordillo, desafiando al peligro sin mas público que la luna.

Y mi pensamientos se liberan, creando ondas expansivas, en ese instante en que el silencio de la noche me tiende la mano, es el instante en que mis máquinas del sueño se ponen a funcionar.
En su vientre se mezclan las imágenes del día, los encuentros casuales a pie de estación, una sonrisa de colores que me acarició el alma, el trabajo, una llamada al móvil que no esperaba, todo se mezcla, formándose un collage.

Y en estas oigo un ruido y se disipan las nubes de pensamientos, era el ruido de mis llaves al caer de mis bolsillos, me agacho y las recojo del suelo y compruebo que ya llegué a mi portal.

Llegué empujado por mis sueños en mitad de la noche de Marte, deshojando pensamientos, porque mientras hacía equilibrios en el bordillo, te llamé de muchas formas y nunca te hallé...¿ dónde estás?

Mientras te decides a aparecer, seguiré soñando...

Buenas noches

lunes, 9 de noviembre de 2009

Deseo...peligro.

"El deseo se propaga en tres pasos, mi cuerpo reacciona y te evoca, apareces en mi memoria en mitad de una reunión de trabajo".

Aquí estoy, sentado en una mesa rectangular, rodeado de personas con camisa y corbata, replicantes del mundo empresarial, fotografía de la monotonía laboral de cada día.
Sobra comentar el tema de la reunión, mi mente navega perdida en algún punto de mi imaginación, fabrico imágenes sucesivas que me transportan a un lugar desde el que salvarme de este aburrimiento que me atenaza, que me agarra fuerte hacia el suelo y me impide volar.
Alguien provoca una disonancia, una palabra mas alta que otra se cuela por la rendija de mi burbuja, y arrastra mi memoria hacia la realidad.

Las pupilas reaccionan, el oído capta una nueva frecuencia y vuelvo al mundo real. Cuando apunto estoy de parir palabras malsonantes, en un tic nervioso mordisqueo el boli que sujeto entre los dedos y se produce el milagro.

Tu olor, un rastro de ti resistió los envistes de la mañana. Aferrado a mi piel, plantó cara al viento de la mañana, a la mezcla de olores del vagón del metro, sin perderse, permaneciendo puro allí.....en este territorio que va desde la muñeca hasta la palma de mi mano.

Respiro profundo cerrando los ojos, llenandome de ti, mi cuerpo reacciona, y te llama, te busca, te grita, es un idioma universal...y las imágenes de ti invaden mi mente, ocupando la totalidad de territorios de mi memoria.

El deseo se propaga a la velocidad del sonido, sube la temperatura, el reloj en que se ha convertido mi corazón marca las 6:45, y revive segundo a segundo lo que a esa hora sucedió entre las sabanas de la cama de nuestra habitación.

Labio a labio, beso a beso, mi boca resbalando por tu ombligo, tu mirada clavada en mi piel......

Un replicante gris me toca el hombro y sobresaltado, los ojos se salen de mis órbitas.....la reunión ha terminado... y yo quiero escaparme de esta parte del mundo y hacerte el amor..¿ dónde estas?

domingo, 8 de noviembre de 2009

Los puentes de Madison

El amor es una fuerza de la naturaleza, intenta analizar sus vectores, su ámbito de actuación, veras como las matemáticas fallan, como la lógica se vuelve una ciencia inexacta, no existe brújula que te oriente, porque el amor no se busca, no puedes delimitarlo, porque el amor esta en todas las partes.

Es un niño travieso que le hace burla al tiempo, que no respeta autoridad ninguna y te asalta, y se muestra y se impone en tu vida, en mi vida, en nuestras vidas.

Se asoma por el rincón de nuestro día a día cotidiano, y todo lo mueve, todo lo cambia, intenta protegerte, fabrica corazas, cierra los ojos...que no vencerás. Imposible llevarle la contraria, imposible ignorarlo, imposible empujarlo hacia atrás.

Porque se abre paso sin permiso, porque es una criatura pura y sin prejuicios, que no mira fecha de nacimiento,sexo, raza, o condición social, no se detiene a mirar el estado civil de nuestro corazón, políticamente incorrecto, nada lo detiene, criatura intangible, locura inmortal.

Hoy pensé en ti, después de visitar un muro amigo, aquí en este universo que es Facebook. Te encontré dentro de un trozo de una película llamada: "los puentes de Madison", porque además de todo lo dicho anteriormente, eres un actor impresionante, y en aquella secuencia inolvidable de la lluvia, del coche parado, semáforo en rojo, semáforo en verde, intermitente...ultima oportunidad...allí, hiciste un papel impresionante, dejando a Meryl Streep y a Clint Eastwood la decisión final.

Amor, pasate por mi casa cuando quieras, sabes donde vivo y tú siempre serás bienvenido.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Help

Se desata una tormenta, la lluvia oculta las lágrimas, la tristeza es la cara oculta de la luna, esta ahí, escondida, expectante, esperando acontecimientos que desaten sus manos, deseando ser libre, amparada por esa causa perdida, ese amor imposible, ese dolor sordo que acompaña una pérdida.

Algo se rompe y rasga la caja torácica, provocando un sonido metálico, es el principio, la primera señal.

Se descompone el puzzle de los sentimientos, se disloca el alma, revientan en miles de pedazos los recuerdos, y esta sustancia gris se propaga por las venas, en un viaje ascendente desde el corazón a la garganta.

Las nubes se acumulan en el centro del corazón, y cuando ya no hay espacio, cuando el mapa de isobaras es un monstruo gris, la tristeza se materializa.

Y lloras, las lágrimas resbalan por tus mejillas y sientes alivio y pena a partes iguales, como cuando aplicas alcohol a una herida abierta.

Cualquier cosa puede ser el detonante, una canción quizás, una melodía que sintonice con el centro del mapa de tus sentimientos, que abra de par en par puertas que creías cerradas, recordando historias olvidadas a las que habías puesto final.

Porque ayer una canción te taladró profundo, y tan hondo llegaron sus estrofas, tan afinadas sus notas cortaron cada centímetro de tu memoria reciente, que surgieron a borbotones partes del alma que creía ocultas, y aturdida gritaste alto y fuerte: Help , I need somebody.... y esta es la historia de cómo una canción, salvó la nube de recuerdos provocados por otra canción.

jueves, 5 de noviembre de 2009

In the morning

Abro los ojos, en un movimiento instintivo giro la cabeza y compruebo la hora en el despertador. Son las 6:30 de la mañana, y toca desperezarse. Estiro los brazos como queriendo tocar la luna, archivo los sueños que me quedaron por soñar, los guardo a partes iguales en aquel hueco vacío al lado del corazón y me levanto.

La noche aprovecha sus últimos instantes, susurrando a los soñadores versos de último momento, la calle está desierta, con ese aire onírico que favorece las leyendas.

Yo mientras me entretengo gesticulando con mi imagen del espejo, mientras voy deshojando mis dos partes del pijama; hoy va a ser un buen día, para empezar quedé para desayunar en un sitio mágico.

La ducha no me lleva mas de 5 minutos, otros 5 minutos mas en vestirme y peinarme, y 5 mas en elegir la banda sonora que me acompañe hasta las puertas del metro....Hoy le tocó el turno a Norah Jones.

Resuenan los primeros acordes de "In the morning", y la voz aterciopelada que me acompaña de la mano hasta la parada de metro, inyecta energía en el sístole y el diástole de mi corazón.

Dentro, ya sentado en el vagón, ojeo un periódico y mi mente se pone a divagar, mecido por cientos de notas musicales, afloran los pensamientos pasados y futuros y me dejo llevar...

Llego a mi destino, y atolondrado salgo con paso rápido del vagón, no quiero llegar tarde a mi cita matutina, tan acelerado voy, que en las escaleras mecánicas pierdo el equilibrio y me veo cayendo...Pero una mano femenina me agarra del hombro, en una secuencia fotográfica, mi cara se gira, y observa asombrado a "la heroina", primero mi sonrisa, luego su sonrisa, me fijo en sus ojos, en su cara, en su pelo, y de mis labios se escapa una palabra: perdón.

Me regala otra sonrisa de propina y se marcha andando, abrigo rojo, bolso negro, zapato de tacón...confundido caigo en la cuenta de que fallé la palabra y donde dije perdón, quise decir gracias....

P.d: Chica misteriosa, mi heroína... si por alguna carambola del destino, llegases a leer esto, muchas gracias!!!, hoy fuiste mi salvadora anónima y una nueva historia que contar....

martes, 3 de noviembre de 2009

Yelow

Una foto perdida en el cajón, regresa y evoca un tiempo pasado. Al tomarla entre mis manos, se desparraman los recuerdos asociados, en ese pequeño espacio se almacena tu sonrisa capturada. No recuerdo el día, ni la hora, tampoco que ropa llevaba yo mientras te fotografiaba, pero veo tu cara y las imágenes de ti se suceden, y te recuerdo.

Te prendo y enciendes, iluminando este momento en que el pasado y presente se dan la mano. Correteas por mi mente desempolvando historias, modificando argumentos pasados.

Y mi mente navega , recortando paisajes, para que los inundes con tu presencia, son recuerdos improvisados, sueños neófitos de instantes que pudieron ser y que el tiempo los sepultó bajo su manto de arena.

Ponte tu mejor vestido, que en el portal te espero, dejate el reloj en la mesilla que donde vamos no existen las horas, bajo la lluvia de hojas de otoño, recorramos las calles de París.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Bullying

El sol asoma tímido por el horizonte, sus rayos se filtran por la persiana, y nuestro protagonista suspira tres veces antes de levantarse de la cama.

Un nuevo día, la vida transcurre lenta a sus trece años, todas las noches cierra los puños hasta lastimarse, mientras grita al cielo que quiere hacerse mayor, que quiere pasar saltando por los años que le quedan, hasta convertirse en un adulto, porque el presente es el infierno.

Mientras se viste, contempla el cardenal que se dibuja en sus costillas, pasando sus dedos por la marca. Duelen los golpes , pero mas duele el miedo, el alma atenazada, la tortura de no ser capaz de devolver el golpe multiplicado...

¿Por qué soy así? ¿por qué permito que me pisen?, ¿por qué me bloqueo?, ¿por qué me doblego? ¿ Por qué mi mente es tan débil? La triste realidad empaña el horizonte, y un chico igual que yo, me subyuga, me atormenta, me somete, me ridiculiza en público, me despoja de mi seguridad y me arroja desnudo al centro de este mundo inmenso y cruel y no sé protegerme, sólo quiero que el tiempo pase rápido, quiero volar lejos de aquí, lejos de mi.

Demasiadas heridas abiertas, porque en el imperio del miedo, los peones nunca se sublevan contra el rey, sólo existe el silencio complice, ningún amigo acude al rescate, porque se esta mas seguro en las trincheras de la indiferencia, de la falsa seguridad. Porque la niña que me gusta no me mira y gira la cabeza cuando me están intimidando, cuando pisotean mi autoestima y escupen sobre mi identidad.

¿Cuánto dolor estoy dispuesto a soportar?. Por las tardes me encierro en mi cuarto y me acurruco en la cama en posición fetal, y deseo por encima de todas las cosas encontrarme de nuevo en el vientre de mi madre ,seguro, a salvo del mundo, porque la vida es demasiado dura fuera. Quiero dormirme, quiero soñar para atrás, retroceder en el tiempo y resurgir de otra pasta, para poder hacer frente a mis miedos , quiero nacer de nuevo y ser fuerte, mas fuerte, porque ahora sólo soy un muñeco roto, un titere en manos del demonio, con la boca tapada, las manos atadas, sin voluntad...

Beso a mi madre, veo en sus ojos una mancha de dolor infinito, cargo la mochila al hombro y me arrojo a los brazos de un nuevo día, quizás hoy me sonría el destino, quizás hoy despierte, quizas hoy el mundo sea un lugar mas justo, quizás hoy no tenga miedo, quizás hoy me pueda permitir ser yo, quizás hoy sea el día en el que conquiste la libertad..

domingo, 1 de noviembre de 2009

Tube

La vida está llena de casualidades, de momentos que te sacan de la rutina establecida por el sol, son mensajes entre lineas, porque a veces al tiempo que se nos ha concedido le da por improvisar, y juega con nosotros, fabricando situaciones especiales, dibujando encuentros en mitad de la mañana.

Y ahí tenemos a nuestro protagonista, fijaos en él, alto, rubio, delgado, camina cargando su peso hacia el lado izquierdo, arrastrando los pies. Sus pasos son lentos, y su expresión ausente, si afinamos un poquito mas podríamos decir que tiene una mirada triste, como si dentro de su alma hubiera una historia desgarrada que no se puede borrar.

Camina recto, sin desplazarse un palmo de su dirección, como si fuese contando las porciones de suelo, su mirada navega, sin dirección, como esperando una señal que le permita enfocar, detenerse en un punto, despertar.

De repente se detiene en un paso de cebra, espera pacientemente que dos coches pasen y cruza, saltando de una franja blanca a otra, como un ritual, como si fuera una norma social de su mundo, de un mundo lejano y distante, un mundo que lo absorbe y lo agarra...

Acelera el paso y es engullido por una boca de metro, le perdemos, vamos a darnos prisa que la historia debe continuar.

Ya dentro le vemos haciendo cola en la taquilla, mientras en su interior resuena una canción, su expresión corporal así nos lo muestra, mientras comprobamos como mueve los dedos de la mano y susurra muy fugazmente un estribillo.

Es su turno, y después de rebuscar entre su cartera las monedas exactas, levanta la mirada y se tambalean las esquinas de su mundo, como si alguien golpeara con un mazo el centro de la tierra y propagara un temblor que todo lo alterase.

Silencio, sólo escucha su corazón, y las palabras se atascan en la garganta, al otro lado del cristal, ella le mira y algo se enciende, algo le llama la atención, empieza a desplegarse el mapa de su cuerpo, y piensa: " que chico mas guapo", mientras se le escapa una sonrisa cómplice.

El paga rápido e intenta arañar los segundos que le restan, porque se siente inseguro, porque no tiene control sobre él mismo, ni sobre la situación. Ella demora el momento de darle las vueltas, esperando un guiño, una excusa, una excepción.

Pero el tiempo no se puede sortear, y billete en mano, coje las monedas sobrantes y dibujando una tímida despedida, se pierde dirección al andén.

La cadencia de su corazón se equilibra, y poco a poco vuelve a pisar suelo firme, se le ocurre volver tras sus pasos e invitarla a tomar algo, sin un pretexto, sin un porque....llega el metro, se abren las puertas y salta dentro, y mientras se cierran las puertas, su mente la evoca y se muerde el labio inferior, castigándose por su cobardía, por su falta de arrojo, por su indecisión.

Ella suspira, sin desviar su mirada del andén, esperando un milagro, una carambola del destino que lo traiga de vuelta...un instante de locura en mitad de la mañana, porque la vida está llena de casualidades.....