domingo, 22 de junio de 2014

3:00

Hace cuatro años
había mundial también,
pero eso era lo de menos

un pretexto quizás
para equilibrar la diferencia horaria

yo había perdido la Fe en el partido de las formas,
el dictado de la ciudad
me sometía a juicios sumarios por países,
a negar la fantasía de encontrarnos

pero la urgencia del sueño hizo el resto,
España ganó y yo me decidí
a cruzar el charco

te compré la camiseta de Iniesta
la azul con la estrella
y no tuvo mejor sentido que el que le diste
cuando en mitad de la primera noche,
te la calzaste para salir a por agua
a la gasolinera más próxima

hay que ser hortera en el regalo,
ahora me río con ganas al recordarlo

pero repito
eso era lo de menos,
porque nunca volvimos a hablar de fútbol,
ni de más estrellas que las que brillaban
en el cielo de Miami

y otra vez mundial
y yo escribiendo en pasado,
no por melancolía, sino para certificar el milagro

hoy
como ayer
las ciudades siguen siendo igual de bellas,
tú en la tuya volviste a enamorarte
y has sido madre,
yo en la mía he crecido en amistad a lo largo de los años,
debido a otros pretextos como la poesía o el teatro



por eso
ahora soy feliz
y
quería contártelo.

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