domingo, 8 de mayo de 2011

Estabas.

Lo sé,
no consuelan los cielos.

Por mas que te diga que lo siento
e invente los tiempos
en los que cada herida sane.


No te doy alcance
a tí , que llueves
desde cada recuerdo.


Tú que no abarcaste el mundo,
ni callaste a la muerte,
pero estuviste presente
en cada latido.


Y ahora lloras siglos
por no haber estado en cada último momento
de quien se fue de este lado.

No llores.

Tu alma estaba.
Tu corazón,
tus ganas.

Porque no limita espacio
ni tiempo,
el sentimiento.

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