martes, 15 de noviembre de 2011

Once minutos.

Quiero dividir mi mente
en once escalones.

Once lágrimas
que resbalen.
Once colores
que proyecten.

Once recuerdos
que recuerden
lo que fui
y que no se va,
lo que permanece.

Quiero soñar
once versos
como espinas.

Once cuerpos
de tus
vidas.

Y amarte allí,
sin límite
de sangre.

A caballo
de mis mejores
voces.


Que le falta tu sexo
a mi cuerpo,
que le sobra garganta
a la noche.

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