sábado, 20 de octubre de 2012

7:55

El humo del cigarro
dibuja sombras en el techo
de la habitación 108

Allí el detective
de homicidios
busca
la causa de
mi muerte

sube y baja la persiana
tantea la almohada
desordena los cajones,

agrupa el silencio
en bolsas de basura
que arroja por la ventana,
dispersando
a los gatos,
devolviendo los nombres
a las calles

y entonces
sólo entonces,
abre el grifo
del agua caliente
y aparecen
las primeras huellas
que te implican
a ti, fugitiva
de mi sangre.

1 comentario:

  1. ufff...un film policíaco transformado en poesía...jajaja, me gustaa!!

    Un beso!

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