domingo, 6 de enero de 2013

6:08

Son las seis de la mañana
las calles siguen en su sitio, supongo
acaban de encenderse las luces del bar
faros de salida empujan mi espalda

Apuro la cerveza y te miro, sonríes

La noche está terminando en 
poema 
a pesar de la vergüenza inicial
al pedir la primera ronda,
después de que hace un par de semanas
improvisara  un par de versos en ese hoja
que te entregué,
como se entrega el cielo
al destino incierto de su propia boca

"El poema está en mi cuarto"
me has dicho,
como si fuera un tesoro
o el cuadro de aquella noche 
en palabras

Bien, vamos bien
sigo siendo un loco 
pero ahora me asocio a este traje
de crápula
y ya de paso 
te he escrito dos poemas más 
que has guardado
en la caja registradora

40 versos
contra el papel mojado, 
no sé si eres consciente
de que tu gesto
es la metáfora más hermosa

Bueno ya termino,
saltaría la barra ahora mismo
para comerte la boca,
pero debo controlarme
porque tu jefe me está mirando
como miran las manos
de plomo
de los tipos que no tienen
nada que perder

Eso sí,
prometo volver
como vuelven los gatos
cada noche a la luna.

4 comentarios:

  1. Feliz destino cuando las noches acaban en poemas.
    Salud
    Francesc Cornadó

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  2. Y hay promesas que es mejor cumplir... Me trajiste a la memoria una canción, también sobre bares y bocas... gracias.
    Un besote!

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  3. Un abrazo enorme, Francesc.
    Muchas gracias.

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  4. Un besote grande, Magda.
    Las promesas de perfil de luna, siempre hay que cumplirlas ;-)

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