Duele.
Como todos los puñales.
Enlace perdido.
Horizonte cautivo.
De mil bocas atadas.
Humilde.
Llega y abarca.
Parcela a parcela.
Los rincones del alba.
Usurpando del alma las voces.
Que perdidas caen por el hueco.
De la escalera desahuciada.
Cuando el mundo es la punta.
Del alfiler opaco.
Y no hay mas contagio.
Que ella.
Mata princesas.
Con su lengua nefasta.
Borra los nombres de las pizarras.
Apropiándose a herida.
De la única salida.
Sin rastro de sangre.
Amante exclusiva.
De amores insanos.
Está su boca llena.
Rémora de vientres.
Colecciona los nombres.
Que no tiene.
duele, duele mucho la ausencia, deja las manos huérfanas de caricias, los ojos sin miradas.
ResponderEliminarPrecioso poema, un beso
Gracias, Ana.
ResponderEliminarUn besote :)