Ausente de movimiento,
lejano.
Tapiado a una pregunta
sin respuesta.
Vive en la obstinación de encontrarse,
aunque tenga que dormir a la intemperie
de unas manos.
El sol suma sus sombras
reunidas
en intervalos de vacío.
La luna espera el intercambio.
¿corremos el peligro que se suspendan los claros de luna?
ResponderEliminarAlgun poeta maldito quiso asesinar el claro de luna, fue más allá. je,je
Salud
Francesc Cornadó
Un abrazo grande, Francesc.
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