Hace un tiempo fui
otro hombre.
O quizás no pueda decir "hombre"
Lo cierto es que andaba erguido
y tenía manos.
Pero mis ojos no eran.
El mundocine era una proyección
ininterrumpida de sustantivos y pronombres.
Aprendí a sentir
a golpe de Fe,
construyendo un mundo
a la medida de mis manos.
Maté a cucharadas cada cuenco,
fui mi voz y las voces
que atrapaba cada noche
desde algún lugar que nunca recuerdo.
Ahora,
sólo camino
con los ojos abiertos de tanto
cerrarlos.
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