viernes, 18 de abril de 2014

03:53

Nace
el amanecer
como una pregunta
gigante

el sol escucha mi silencio
y ofrece otro día más

la cama está triste
mi cuerpo es un satélite
que tiende a número primo

Alguna vez
fue deseado este cuerpo mío
por otro similar y distinto,
una mujer que se precipitó sobre mí
como un tren sin autopista de nubes

Ahora solo frecuento
la amistad duradera,
se acercan a mí
buscando eso

qué hermosa sinergia
cuando tienes cubiertos
los hombros

qué contradicción planetaria
cuando el instinto se revuelve
como un estómago
dentro del pecho

sabes de qué hablo.


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