Déjame que te acaricie a mi manera,
como si estuvieras.
Hoy es miércoles
y ni llueve,
ni nieva.
El cielo sigue,
en ese juego de lámparas.
Yo sobrevivo,
pero a veces los huesos que me subrayan
sufren el tacto hueco
de la memoria.
Y dejo de ser
siendo
un reflejo entre siluetas
de sombras chinescas
que fueron.
Los recuerdos nos llegan como un reflejo del pasado,
ResponderEliminarun placer leerte.
feliz semana.
Muchas gracias, Ricardo.
ResponderEliminarSaludos.