lunes, 10 de octubre de 2011

Forgive me.



Cada vez que veo esta foto me quedo atrapado.
Como Dorian, pero por distintas razones.
Como adulto que soy, no me veo esa sonrisa por ningún lado.

Los ojos brillan, como si la vida estuviese contenida en cada cuenca.
Quizás eso es la felicidad.
Una sonrisa como esa sonrisa,
una vida dentro de unos ojos
y un mundo por conocer ahí fuera.

Te pido perdón por haberme convertido en un adulto a media boca,
 por haber desaprendido todo lo que tú desde esa cama ya sabías.

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