miércoles, 10 de noviembre de 2010

That Night.

Hay un incendio de puertas.
Un remolino de manzanas.
Un puzzle sin mascara.

Una noche de anáforas.
Una espada afilada.
Un eco de elegancia.

Una triste cadena.
Que no muere a fuego.
Que no calza condenas.

Hay un perro que habla.
Un monstruo de seda.
Un piano que vuela.

Hay una copa que olvida.
Un cenicero en los huesos.
Una canción que libera.

Hay un micrófono faro.
Unas caderas bandera.
Un sofá de quimeras.

Hay una guitarra encendida.
Un acorde entre nubes.
Un estribillo de entrega.

Y hay un labio que ocupa.
El espacio de mi.
Que es mi raíz.
En esta noche canalla.
Entre copas, y el recuerdo de tu mirada.

1 comentario:

  1. Es como una canción, me encanta Eusebio, labios que ocupan espacios perfectos como un puzzle que encaja en esa noche sin mirada.

    Muy bueno, como muy sabinero, un beso

    ResponderEliminar