miércoles, 19 de enero de 2011

Hablaron los versos.

Quiero,
desatar estampidas,
de elefantes de papel.


Que pisen fuerte,
levantando los sembrados,
de bombas racimo.


Esas que destrozan las pieles,
dividiendo allá donde quieren,
a los hombros míos.


Que acaben con la cosecha,
de violencia,
que asola conciencias.


Que no quede ni una sola pistola en pie.
Que nadie pueda matarlos.


Que arrastren sin pausa,
a toda la fauna,
a toda la flora,
que ya contaminada,
no pueda defenderse.


De la nada,
de la muerte.


Que se unan.
A este éxodo.

Que sobra mundo.
Que alimentar.
De esperanza.

De nosotros.

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