La música se acomoda,
fluyen las razones,
ruedan las alfombras,
y ya sin escombros
nos amamos.
Sientes mi sexo
en cada latido,
y yo mientras muero
entre mil vidas
que se solapan.
A ti.
Tú , que eres refugio de mi sangre.
Te huelo en cada esquina
y como jugándome la vida,
resumo mis voces que se escapan,
mientras me aferro a tus muslos
olvidándome.
que belleza en letras nos regalas dulce y sensible poeta, infininitas gracias por hacernos confidentes de ellas, un besin de esta amiga admiradora.
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