martes, 30 de agosto de 2011

El hombre laberinto.

Es fácil sonreír,
sólo se necesita cara
y labios

Las ganas no son indispensables,
aunque estés calado hasta los huesos
de veranos

Siempre fue mas difícil llorar
o morir

y después,
sé que después de este arrebato
me tomaré dos copas de cielo
y volveré a mis manos,
fingiendo ser yo mismo
mientras tanto

Aunque la distancia me atraviese la sien
y las palabras
y sólo ruede versos planos.

Yo,
tan abstracto
que ni a perderme alcanzo.

2 comentarios:

  1. Es un poema maravilloso, es tan difícil a veces, cuando la distancia atraviesa la sien.

    Un beso muy grande

    ResponderEliminar