Queman las sábanas.
Sobra la aurora.
Sólo existen dos luces encendidas.
Las tuyas,
que me fijan.
La espalda asume.
El peso restante.
Entre el cielo y tu cuerpo.
El centro,
eres tu.
Desnuda,
entera.
Mi sexo reune todos los fuegos,
del cuerpo que me queda,
del alma que se vuela.
Soy tuyo.
Me resumo.
En cada axioma de tu pecho.
En cada envite que me parte.
En cada latido que te llevas.
Este poema es bello, simplemente bello. Te dejo un saludo.
ResponderEliminarQuien dijo que no se puede parar el tiempo?
ResponderEliminarde alguna manera me quede en tu poema
y me quedara indefinidamente...
Muchas gracias, Susan :)
ResponderEliminarAbrazo!!
Keyla,me gustaría ser eterno, en esta imagen hecha poema, CONTIGO!!!
ResponderEliminarTE AMO.