jueves, 16 de junio de 2011

Origen.

Nacía la  primera línea
simple
como sólo el alma puede.

Era punto e inicio
destino sin nombre,
pronombre
o suspiro.

A caballo de música,
entre acordes o contornos
de mi aliento
que se ofrecía
a ser la imagen de ti.

Tú,
que lo eras todo
en ese intervalo
de mis ojos.

4 comentarios:

  1. Las dos primeras estrofas son de antología.
    Muy buen poema, ahí va mi admiración.
    Salud
    Francesc Cornadó

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Francesc.
    Viniendo de ti, es un halago muy grande.
    Abrazo.

    ResponderEliminar