Nacía la primera línea
simple
como sólo el alma puede.
Era punto e inicio
destino sin nombre,
pronombre
o suspiro.
A caballo de música,
entre acordes o contornos
de mi aliento
que se ofrecía
a ser la imagen de ti.
Tú,
que lo eras todo
en ese intervalo
de mis ojos.
Cada día más poeta! Un abrazo!
ResponderEliminarUN ABRAZO ENORME, Fran :)
ResponderEliminarLas dos primeras estrofas son de antología.
ResponderEliminarMuy buen poema, ahí va mi admiración.
Salud
Francesc Cornadó
Muchas gracias, Francesc.
ResponderEliminarViniendo de ti, es un halago muy grande.
Abrazo.