El aire dibuja un lamento.
De cielo cerrado.
De infarto de nube.
Tus mejillas cambian de color.
El lagrimal corre en auxilio de tu piel.
Y traza ríos salados.
Y la lágrima cae en mis manos.
No sé si abrazarte.
O quemarme.
Quizás si me prendo.
Y me sientes.
Vuelvas.
A este presente.
Deja de sufrir.
La vida es así.
Te quita y te expone.
Desnuda, sin contemplaciones.
De las ruinas de tus huesos.
Se asoman tímidamente tus restos.
Hay piel dentro de tu piel.
Hay sueños después de tu duelo.
Me miro en tus pupilas.
Y sé que no estas.
No me ves.
No es este tu lugar.
Tu estas reviviendo puñales.
Que te están desangrando.
Cierro los ojos.
Y te hablo sin labios.
Abro los brazos.
Y te abrazo sin manos.
Abro mi vientre.
Y sangro contigo.
Y si hace falta morir.
Yo te sigo.
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