Ahora que vuelo sólo.
Que mis pies descalzos pisan la tierra.
Que desbloqueo fronteras.
Ahora que el cielo es un horizonte mas.
Y mi pesar es un tobogán.
Del que siempre salgo despedido a la vida.
Ahora que el viento se tragó mis condenas.
Ahora....¿que me queda?
Abro los ojos al amanecer.
Y el mundo es una apertura.
Miro mis manos,
observo mi nueva cintura.
Allí donde había cicatriz.
Hay piel.
Y debajo de la piel mis ganas.
De masticar las hogueras.
Y escupir fuego.
Que caliente mis venas.
El mundo es un círculo.
Del que no veo mi espalda.
Pero no me preocupa.
Porque mi destino es la montaña.
Después de suicidarme a delirio en tu boca.
Después de verte la espalda.
A medio camino entre el abismo.
Y mi alma.
Después de no verte volver.
Y perecer a diario.
En cada sonido de tus labios.
He vuelto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario