¿Dónde?
dímelo,
para despedirme.
Que allá donde habites,
posaré mis ojos inundados.
Llevo buscándote desde ayer,
en cada vida.
Y sé que existes,
por encima.
Atrás quedaron los charcos que olvidaste,
para poder seguir nadando,
a cada lado,
de la muerte,
y en todos los cielos de mis días.
Nadar entre tus charcos...
ResponderEliminarGrande tu Poesía y un placer a los que nos dejas leerla...
saludos en este Domingo
Muchas gracias, David.
ResponderEliminarAbrazo de soles :)