sábado, 19 de marzo de 2011

(You are) the master of your fate.

De las manos,
sólo la herida.

O eso parece.
Después de tirar de la cuerda,
todos estos años.

De cómo sobrevive el cielo,
la respuesta está en los cambios.
Pero los incendios no hablan,
aunque pretendan volar todos los aires.

(De nosotros.)

El destino es una rutina de Dioses.
Un reloj genocida,
un coche automático.

Y tú,
sin carnet de profano.

Pero hoy,
( sólo hoy, no ayer, ni mañana)
has decidido reventar(te).

De tus trozos ni rastro.

Pero hay un triángulo de ojos,
buscándote a ti,
numero primo de los diccionarios.

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