El hombro izquierdo.
Cima del ombligo distante,
puerto de los sueños volantes,
perspectiva.
Todo empieza por el hombro,
aquí y ahora.
"Imaginen mi cara.
¿La tienen?
Bien.
Un poquito mas abajo."
Mi hombro izquierdo es una constelación de lunares
que entre sí acumulan historias,
peldaños.
El primero empatiza con la noche a mis espaldas,
el segundo abandera los sueños en desorden,
y el tercero
se despoja de los párpados para clarear horizontes matutinos.
A medio camino de mi pecho,
destino o cuadrante
de las voces que la noche y los sueños
dejaron reunidos.
Mi pecho.
Se resume en un vórtice rosado,
una tecla de deseo que desea
cada labio de tus labios.
( Por eso cuando contemplo mi pecho izquierdo
en un palmo de imágenes,
resumo tu cuerpo desnudo
y el calor que nace
cuando pueblas
cada noche de mis noches)
Pero el camino sigue,
mientras la hoguera emite
calor o vida,
música.
Y a través de puentes o costillas,
llegamos al origen de todos los caminos.
Ombligo.
Y llueve la vida a través de un único ojo,
faro de dos cielos
madre de rutas
abrigo y amparo.
Redoble,
portavoz del alma
que se asoma.
Y cuando se asoma,
cierro los ojos dormidos
abriendo ventanas
que antes sólo intuía.
Reflejos de tantas vidas que olvidé,
para seguir viviendo en este cuerpo
o estación
que me abarca
como parte de tus labios
a los míos.
MUY BONITO OJALA ME VINIERA TANTA INSPIRACIÓN FELICITACIONES QUERIDO
ResponderEliminarMuchas gracias, Irene.
ResponderEliminarAbrazo :)