lunes, 18 de julio de 2011

Mi herida.

Recuerdo
que me descolgué del hombro
hasta el alma.

Fue ayer o mañana,
que importa el tiempo
entre párpados.

Hoy es ahora.

Y bajando desde el ombligo
que me impulsa
me dirijo al destino.

( Dejadme que os hable
de ella)

Hay un nuevo pliegue
que me nace,
camino resaltado,
herida
o marca de la piel que precede.

Su diámetro no importa.

Su historia,
es un terreno virgen
de futuro.

Mi piel sigue siendo la misma,
pero el dibujo
seduce
al bardo que se desata de mi garganta
a contar
cada pauta
de este camino.

Sin duda luché mi destino,
en cada reino de sueño
que recorrí entre murallas
de luna y estrellas.

Noches de noches
enteras,
cabalgando en pos de aventuras.

Y hallé espejo
que me dañara
( yo que me creía inmortal a mis hombros)

Demasiada carga.

Y a medio camino de mis letras,
tuve que pararme
y dejar a mi cuerpo,
repararse.

No hubo afrenta intermedia,
y volví de mis manos intacto,
con una herida
que explica
cada paso de mis venas.

1 comentario:

  1. sublimes, bellas y profundas letras nos regalas Poeta, infinitas gracias por ellas, un besin de esta amiga admiradora.

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